De la soya se derivan productos importantes, particularmente, para el sector pecuario.
En el país seis industrias oleaginosas controlan cerca del 85% de la producción de subproductos de soya y un pequeño porcentaje de productores controlan el 50% de la producción de grano, por lo que es menester políticas que fomenten la equidad y diversificación en el complejo oleaginoso, según el exministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
“La estructura del mercado revela una concentración donde seis industrias oleaginosas controlan casi el 85% de la producción de subproductos de soya y un pequeño porcentaje de productores controlan aproximadamente el 50% de la producción de grano”, reveló la exautoridad.
De acuerdo con Huanca, esta situación demanda la importancia de establecer políticas que fomenten la equidad y la diversificación en el complejo oleaginoso en el territorio nacional.
“Esta situación hoy en día permite a unos pocos actores del complejo oleaginoso controlar desde el acopio del grano hasta la fijación de precios, relegando a la gran mayoría de pequeños y medianos productores a un rol secundario y dependiente”, cuestionó.
Sostuvo que la fuerte presencia de intermediarios que se incrementaron estos últimos años, solo aumenta la desigualdad en detrimento de quienes realmente trabajan la tierra y producen el grano de soya.
Producción y exportación de soya
De la soya se derivan productos importantes, particularmente, para el sector pecuario.
En 2024 la industria oleaginosa produjo 1,7 millones de toneladas (t) de torta de soya solvente, 139.000 toneladas de harina integral de soya, 85.000 toneladas de cascarilla de soya, 459.000 toneladas de aceite crudo y 183.000 toneladas de aceite refinado.
Estos subproductos de la soya no solo se exportan a mercados internacionales, sino que son esenciales para la seguridad alimentaria de Bolivia.
El año pasado, el sector oleaginoso logró exportar casi $us 1.000 millones y a abril de este 2025 llegó acopiar 1,9 millones de toneladas de grano, por lo que se estima que puedan alcanzar una producción cercana a los 3 millones de toneladas de grano en la presente gestión.
“Estos datos confirman la recuperación de este importante sector que, a abril de este año, exportó más de $us 211 millones”, resaltó.
Actualmente, el 80% de la torta de soya producida por la industria oleaginosas, se destina a la exportación, mientras que el restante 20% abastece al mercado interno nacional, a más de 14.700 productores pecuarios, conformado por más de 13.000 granjas lecheras; 1.500 granjas avícolas; y 200 granjas de porcinocultores.
Asimismo, la cascarilla de soya se vende en su totalidad a los productores lecheros. El aceite crudo, por su parte, se transforma en aceite refinado para el consumo de los hogares bolivianos.
ABI