El Bicentenario de Bolivia es considerado el inicio de la independencia como país gracias a la Revolución de Chuquisaca, el 25 de mayo de 1809 y su posterior liberación en 1825.
El presidente Luis Arce, desde la Casa de la Libertad en Sucre, pronunció su primer discurso de 2025, año que Bolivia celebra su Bicentenario, en el cual convocó a la unidad del pueblo y reiteró su compromiso de trabajar por un país libre, soberano, industrializado y con soberanía alimentaria.
El Bicentenario de Bolivia es considerado el inicio de la independencia como país gracias a la Revolución de Chuquisaca, el 25 de mayo de 1809 y su posterior liberación en 1825. Bolivia es un Estado cuya identidad surge de determinados hechos sociales, actos históricos y procesos económicos que sucedieron de forma simultánea a lo largo de estos 200 años.
La Casa de la Libertad fue testigo el 6 de agosto de 1825 del nacimiento de Bolivia, luego de los movimientos independentistas y batallas en las que dieron su vida mujeres y hombres para alcanzar la libertad.
“El 2025 marca el inicio de una nueva etapa para Bolivia. Nuestro compromiso, como Gobierno, es claro, seguiremos trabajando incansablemente pese a todas las adversidades por nuestras niñas y niños, por la esperanza, por la estabilidad, por el patrimonio del pueblo”, manifestó el Jefe de Estado.
Arce, acompañado del vicepresidente David Choquehuanca; la ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Esperanza Guevara; el delegado del Bicentenario, Martín Maturano; el gobernador de Chuquisaca, Damián Condori; el presidente de la Asamblea Departamental, Ricardo Zárate; el alcalde de Sucre, Enrique Leaño; y la presidenta de la Federación de Empresarios Privados, Teresa Dalenz, remarcó su determinación de defender los recursos naturales y la soberanía boliviana.
“Al celebrar nuestro Bicentenario enfrentamos retos similares al de nuestros antepasados, nuestra independencia y libertad están nuevamente bajo amenazas, esta vez por intereses externos que desean apropiarse de nuestros recursos naturales estratégicos como el litio, las tierras raras, el agua y nuestra biodiversidad”, indicó
“Desde este lugar histórico —prosiguió— reafirmamos nuestra determinación de ser libres y soberanos. Hoy las bolivianas y bolivianos decidimos sobre nuestro destino, no volveremos a ser colonia de nadie ni permitiremos el saqueo de nuestros recursos naturales”.
Mirada hacia la industrialización
Bolivia tiene una de las mayores reservas de litio del mundo, con 23 millones de toneladas cuantificadas. También cuenta con yacimientos de cobalto, cobre, uranio, niobio y tierras raras, además de tantalio, uranio, níquel, cromo y manganeso. Tiene reservas importantes de agua dulce y una amplia biodiversidad.
Por ello el Presidente reafirmó su compromiso de avanzar en la puesta en marcha de las industrias construidas, y en construcción, en el marco de la política de industrialización con sustitución de importaciones, uno de los pilares para asegurar que las divisas se queden en Bolivia, mitigar la escasez de dólares y crear polos de desarrollo.
“La industrialización no es solo una meta, es la clave para garantizar una verdadera independencia económica y construir un futuro digno para todas y todos”, destacó, y aseguró que esta iniciativa no se detendrá a pesar de los problemas que enfrenta su administración, entre ellos el bloqueo en la Asamblea por parte de parlamentarios seguidores de Evo Morales y opositores a créditos externos que superan los $us 1.300 millones.
“Vamos a seguir avanzando a paso firme en la seguridad con soberanía alimentaria para hacer de nuestro país una potencia en la producción de alimentos. Vamos a dar un salto cualitativo para romper con la dependencia de la importación de combustibles. Vamos a proteger nuestra biodiversidad y trabajar en políticas económicas y sociales por el bienestar de cada boliviana y boliviano”, aseguró.
Las plantas de biodiésel, una en operaciones en Santa Cruz y otra por empezar en El Alto, además de la planta HVO, se constituyen en uno de los mecanismos para romper con la dependencia de la importación del combustible, que en Bolivia es subvencionado. La planta de Santa Cruz ya cubre el 7% de la demanda de biodiésel, según la ABI.
La intensa actividad de exploración y explotación de hidrocarburos se constituye en otro de los ejes de solución que encara el Gobierno. Los prolongados bloqueos evistas entre octubre y noviembre de 2024 provocaron un desfase en la provisión de combustibles, a lo que se suma el contrabando a países vecinos que es combatido por los militares.
Sucre/AEP
