El Ministerio de Exteriores afirmó que “arremeter con armas de fuego contra civiles desarmados que iban en busca de alimentos es un acto despiadado y de cobardía”.
La Paz, 02 de marzo de 2024 (AEP).- El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado enérgico condenando los recientes ataques del Ejército de Israel contra civiles en la Franja de Gaza.
La declaración expresa la profunda preocupación por la conducta de impedir la ayuda humanitaria, considerándola una violación flagrante de los Convenios de Ginebra y las disposiciones de la Corte Internacional de Justicia.
En el comunicado, el gobierno de Luis Arce exige de manera contundente que la Organización de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional tomen acciones inmediatas para detener lo que califica como una masacre.
El despacho de Exteriores subraya el carácter despiadado y cobarde de arremeter con armas de fuego contra civiles desarmados que buscan alimentos, contraviniendo normativas del Derecho Internacional, Derecho Humanitario y los Derechos Humanos.
La Cancillería boliviana no solo denunció los ataques, sino que también instó a la Corte Penal Internacional a abrir un juicio contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y sus colaboradores por crímenes de lesa humanidad.
La decisión de Bolivia de romper relaciones con el Estado de Israel es reafirmada como una respuesta justa y coherente en la lucha contra el neocolonialismo.
El comunicado destaca la gravedad de los hechos en Gaza y hace un llamado a la comunidad internacional para que se una en la condena y en la búsqueda de justicia.
Bolivia expresa su solidaridad con el pueblo y el gobierno palestino, exigiendo el cese inmediato del fuego como un paso crucial hacia la paz.
El tiempo, según la Cancillería boliviana, sigue respaldando la validez de su decisión, y enfatiza en que naciones consecuentes deben seguir el camino de condena a la violencia y la defensa de los derechos humanos.
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza aseguró que más de 100 personas murieron y al menos 760 resultaron heridas en el ataque, mientras el Ejército de Israel aseguró que disparó contra una multitud que suponía “una amenaza” durante la distribución de alimentos.