El evento se celebra en Bakú, capital de Azerbaiyán, entre el 11 y el 22 de noviembre. Asisten unos 80 jefes de Estado y de Gobierno.
En representación del presidente Luis Arce, Bolivia inició su participación en la COP29 sobre Cambio Climático, celebrada en Bakú, Azerbaiyán.
La ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, destacó en sus redes sociales el compromiso de Bolivia en exigir el respeto y aplicación de acuerdos climáticos previos y alertó sobre el cambio de objetivos que podría afectar a los países en desarrollo.
La autoridad señaló que las naciones desarrolladas intentan evadir su responsabilidad histórica y atentan contra la equidad en la lucha climática, lo cual, enfatizó, representa un desafío urgente que debe superarse con determinación y acciones concretas.
El evento se celebra en Bakú, capital de Azerbaiyán, entre el 11 y el 22 de noviembre. Asisten unos 80 jefes de Estado y de Gobierno, particularmente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, así como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin.
ONU
Todos los países deben contribuir a la lucha contra el cambio climático, pero los países del G20 deben liderar ese proceso, declaró el secretario general de la ONU durante la inauguración de la XXIX Cumbre del Clima de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP29).
"Todos los países deben hacer su aporte [a la lucha contra el cambio climático], pero el G20 debe liderar. Son los mayores eminentes con las más grandes posibilidades y responsabilidad", subrayó el secretario general de la ONU.
En su opinión, el mundo está en el conteo final para detener el aumento global de la temperatura hasta los 1,5 ºC.
"Ningún país logrará evitar las consecuencias y por eso en la COP29 debemos acordar las reglas para los mercados de carbono justos y eficaces que apoyan esa lucha, y mercados que respetan los derechos de las comunidades locales y no dejan espacio para la apropiación de las tierras", concluyó Guterres.
El jefe de la ONU afirmó que se debe hacer más para proteger a las personas de las consecuencias devastadoras de la crisis climática y señaló que la ruptura entre las necesidades de adaptación y el financiamiento puede alcanzar los 359.000 millones de dólares anuales hacia 2030.
AEP Digital
