En el siglo XX los cabildos tomaron control de las calles de la ciudad de El Alto para definir la estrategia de defensa del gas y en demanda de una Asamblea Constituyente.
La Paz, 16 de octubre de 2023 (AEP). – Definidos como la piedra angular para la democracia participativa, por sus altos índices de participación en cualquier decisión tomada dentro del territorio gobernado, los cabildos marcaron la historia boliviana pasando por la revolución de 1952, la lucha por la distribución de las regalías del petróleo, la resistencia indígena y popular en la década de los 90 y octubre de 2003, entre otras tantas.
De acuerdo con el sociólogo Félix Patzi, los albores de los cabildos se remontan a Europa, “llevados a cabo principalmente por la clase obrera en Francia, en Inglaterra, después trasciende a todo lo que es Europa central y de ahí migra a países de América Latina”, impulsados por los intelectuales que se suman a las filas del marxismo.
“Se adoptó a diferentes tipos de multitudes, no solo a la clase trabajadora, incluso ya se apropiaron para luchas regionales, como es el caso de Santa Cruz, por primera vez hubo un cabildo determinante, por la lucha del 11% de regalías a finales de la década de los 50, fue histórico, pero también están los cabildos mineros”, refirió.
Pero más allá de establecer una fecha puntual del inicio de las prácticas de los cabildos en Bolivia, Patzi defiende “el sentido, el carácter y la forma en que se desarrollan” estos espacios que son “concentraciones para tomar ciertas decisiones estratégicas, encaminadas fundamentalmente a la lucha” en un contexto determinado.
Cabildo en el distribuidor de la Ceja. | Foto: RRSS
“Fundamentalmente es viabilizar las acciones colectivas de masas y las que van a orientar después las acciones y actitudes de los dirigentes, quienes tendrán que llevarlas en función de esa decisión de la multitud que generalmente es leída de manera predeterminada por los organizadores del cabildo”, explicó.
En ese campo, el autor del texto Sistema comunal pone como ejemplos de relevancia el cabildo de la revolución de 1952, en medio del triunfo del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) “y la crisis del Estado oligárquico”. El voto universal, la distribución de tierras y la nacionalización de las minas fueron algunas de sus conquistas.
En Santa Cruz destaca la lucha por la distribución de las regalías del petróleo a fines de la década del 50, entre el Comité Pro-Santa Cruz (CPSC) liderado por Melchor Pinto Parada y el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), en ese momento presidido por Hernán Siles Zuazo.
A éstos, Patzi sumó las masivas concentraciones en la década de los 70 en contra de la dictadura de Hugo Banzer Suárez, que fueron “cabildos muy concurridos que derivaron, incluso, en la resistencia civil y posteriores masacres”.
“En 1992 también fue una concentración, un cabildo masivo para elaborar la estrategia de lucha, de resistencia contra la conquista de los 500 años”, recordó.
En el siglo XXI, los cabildos tomaron control de las calles de la ciudad de El Alto para definir la estrategia de defensa del gas y en demanda de una Asamblea Constituyente.
“Se desarrolla un cabildo grande en la ciudad de El Alto”, mencionó el estudioso al aludir la revuelta ciudadana de octubre de 2003 que terminó con la fuga del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada a los Estados Unidos, luego de ordenar una represión militar que dejó más de 60 muertos y más de 400 heridos.
El 22 de julio de 2007, también se registró una masiva participación de personas en el peaje de la Ceja de El Alto. Por su magnitud, quedó en los registros como El Gran Cabildo de La Paz y El Alto, donde aproximadamente 2 millones de habitantes refrendaron la permanencia de la sede de gobierno.
“Los cabildos generalmente son convocados para la toma de decisiones, no tanto reivindicativas, sino fundamentalmente para asumir decisiones de estrategia política. Siempre se desarrollaron de esa manera y no ha cambiado esa situación, concretizar los objetivos de diseñar estrategias políticas”, destacó Patzi.
En medio de la crisis social de octubre y noviembre de 2019, la Central Obrera Boliviana (COB) y cientos de organizaciones sociales se concentraron el 7 de noviembre en un cabildo para hacer frente a quienes exigían la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
“No podemos estar mirando”, afirmó en esa ocasión el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi.
El 17 de octubre, nuevamente las organizaciones sociales que integran el Pacto de Unidad se volverán a reunir en un cabildo para diseñar una agenda pos Bicentenario con metas a cumplir en los siguientes años.