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Evo vuelve a amenazar las elecciones, después de que su batalla final terminó con muertes

El mandatario lamentó que lejos de condenar estos hechos, Morales festeje los “desmanes”.

Luego de que su “batalla final” para forzar su candidatura terminó con muertes, Evo Morales volvió a amenazar a las elecciones generales de agosto, incluso, al próximo gobierno del país. Por su obsesión, legisladores ven que tiene “problemas mentales”; en tanto, otros consideran que la democracia aún sigue en riesgo ante las advertencias del expresidente.

Cuando aún las madres lloran a sus hijos asesinados en la localidad minera de Llallagua, en el norte de Potosí, y los pobladores de esta región se reponen del “terror” por los siete días de estar cercados por el evismo, el expresidente dijo: “Sin Evo no hay elecciones”, desde el Chapare cochabambino, donde también advirtió a políticos de derecha: “Si la derecha gana, vamos a ver si aguanta”.

Para los evistas, si la derecha gana las elecciones de agosto, “no durará ni dos años”, aseguró el dirigente evista Reynaldo Ezequiel, quien ratificó la amenaza de Morales. Mientras, dirigentes del Chapare anuncian otras movilizaciones en el país, medida que será asumida desde el 25 de este mes.

“BATALLA FINAL”

“Es con todo hermanos, la batalla final”, con esta advertencia develada por un dirigente cercano al expresidente comenzó el bloqueo de caminos el pasado 2 de junio en el país. 

carretera bloqueadaBuses parados en una vía bloqueada por evistas, en Cochabamba.

El objetivo era cercar especialmente las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, cerco con el que se buscaba la renuncia del presidente Luis Arce y la asunción de Andrónico Rodríguez, titular de la Cámara Alta, tal como lo develó Teresa Morales, exministra evista.

Sin embargo, varias localidades, entre estas Llallagua, en Potosí, Challapata, en Oruro, y otras se opusieron a la medida de presión, porque solo iba a perjudicar su economía, la libre transitabilidad y encarecer los alimentos.

SAQUEO Y VIOLENCIA

El bloqueo comenzó en Cochabamba el 2 de junio y de manera paulatina en otras regiones. En Llallagua se inició el 4 de junio. La población so- portó siete días de cerco, incluso, los ayllus chullpas saquearon varias tiendas, destrozaron oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), lo que generó “terror” en la población que pidió ayuda al Gobierno con la presencia de militares, luego de que efectivos del orden fueron rebasados.

dinamitascaserasUn efectivo muestra los artefactos explosivos que usaron los evistas.

El 11 de junio fue calificada por el Gobierno como la jornada más violenta, porque durante el desbloqueo en Llallagua fueron asesinados tres efectivos policia- les de forma cruel, además de un adolescente de 17 años. Según reportes oficiales, los bloqueadores usaron dinamitas y armas fuego.

En tanto, ese mismo día, en la carretera Confital, Oruro-Cochabamba, otro uniformado perdió la vida.

El presidente Luis Arce lamentó la violencia desatada en Llallagua por parte de los bloqueadores de Morales y aseguró que el Gobierno pondrá a disposición de la Justicia a los “responsables de sembrar terror” en diferentes puntos de bloqueo por la candidatura del expresidente y dirigente cocalero, atrincherado desde octubre de 2024 en el Chapare.

El mandatario lamentó que lejos de condenar estos hechos, Morales festeje los “desmanes”.

“Habla de su ‘batalla final’. ¿A qué ‘batalla final’ se refiere? ¿A quién le declara la guerra? ¿A bolivianas y bolivianos? ¿Cuántas veces tendrá que teñirse de luto el país por la obsesión de Morales de destruir el sistema democrático? ¿Cuántas acciones de violencia más, alejadas de la tradición de lucha del pueblo tendrán que soportarse por un interés personal que solo está destruyendo el Proceso de Cambio?”, cuestionó Arce por lo sucedido en Llallagua.

POSTURAS

Para el exdirigente de los campesinos Adalberto Ticona, las nuevas amenazas de Morales solo dejan entrever que aún está en riesgo la democracia.

“Él está actuando por fuera de la democracia. Evo es insensible ante el dolor, él se ha alimentado de la sangre de los policías muertos y los civiles. A él no le interesa que mueran, como dicen los del evismo: ‘cómo por tres muertitos van a sacar a militares’”, señaló.

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, volvió a responsabilizar al dirigente cocalero por los hechos de violencia en el país. “No intente evadir responsabilidades, porque su ‘última batalla’ (como usted mismo la ha llamado) ha dejado muerte en el país, y sus manos están manchadas de sangre”, escribióensusredessociales.

En tanto, el senador Félix Ajpi consideró que Morales “está mal de la cabeza” por reiterar amenazas, pese a la condena generalizada que desató su última medida de protesta.

El diputado opositor Alberto Astorga reprochó la actitud del expresidente y vaticinó que el próximo gobierno lo “pondrá tras las rejas”.

AEP


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