El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, confirmó el deceso del exmandatario.
En su casa, aquella que no dejó ni siendo presidente de Uruguay (2010-2015), falleció este martes José “Pepe” Mujica por un cáncer en el esófago. A lo largo de su vida luchó contra el sistema político, estuvo preso 14 años, pero se adaptó a las reglas del sistema democrático y se convirtió en su figura más popular y presidente.
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, confirmó el deceso del exmandatario. “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, expresó en un post en su cuenta en X.
Ya a principios de 2025 Pepe Mujica se despidió de la vida pública y pidió que lo dejaran descansar en la intimidad de su chacra, ya con un cáncer de esófago muy avanzado."Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso", expresó al semanario Búsqueda.
La vida del Pepe transcurrió como en escenas de una película. Una de ellas sucedió cuando le dijo a una multitud: “No me voy, estoy llegando” en el último acto como mandatario en vísperas de entregarle la banda presidencial a su correligionario Tabaré Vázquez, el 28 de febrero de 2015. “Me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo”, refiere una publicación de Página 12.
En aquella emotiva despedida en la que a sus 80 años dejaba la presidencia, quedaba claro que seguiría haciendo política.
Mujica fue electo presidente el 29 de noviembre de 2009 cuando ya era un histórico referente del Movimiento de Participación Popular dentro de la coalición de izquierda Frente Amplio (FA). Y cuando sentía el aprecio de la gente en las calles y él se mostraba accesible. Le tocaban el hombro y lo abrazaban, como a un padre.
Durante su gobierno se aprobaron leyes de vanguardia en la región como la liberación de la producción y comercialización del cannabis, la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.
Como una reparación histórica más que simbólica, el extupamaro Mujica fue quien en nombre del Estado uruguayo pidió disculpas en un acto público por la desaparición de María Claudia Iruretagoyena, nuera del poeta Juan Gelman. Lo hizo en marzo de 2012 cumpliendo con un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman.
El capítulo memoria, verdad y justicia tuvo sus claroscuros en el gobierno de Mujica, con serias dificultades para dejar sin efecto la Ley de Caducidad que daba impunidad a militares y policías acusados por delitos de lesa humanidad. Y también por el nombramiento de Guido Manini Ríos al frente del Ejército. Manini Ríos es un político de extrema derecha, aliado del gobierno saliente de Luis Lacalle Pou.
Vida de militante
Pepe Mujica donó casi el 90 % de su sueldo como presidente para caridad y siguió viviendo en su chacra en Rincón del Cerro, a las afueras de Montevideo, junto a Lucía Topolansky, entonces senadora. Una partecita de ese mundo de la pareja, que no tuvo hijos, con un estilo de vida sencillo, el amor por el tango y el cultivo de flores y vegetales fue contada por el cineasta Emir Kusturica en el documental "El Pepe, una vida suprema".
Cerca de Rincón del Cerro, en Paso de la Arena, creció Mujica: una zona ubicada al oeste de Montevideo, de clase obrera y bastión de la resistencia a la última dictadura (1973-1985). Aprovechando la hectárea de campo que tenía la familia ahí, Pepe plantaba verduras y flores codo a codo con su madre, Lucy Cordano. Y empezó a vender flores tras la muerte de su padre, Demetrio Mujica.
Mujica militó desde adolescente."Tenía 14 cuando empecé en una agrupación anarca", le contó a María Ester Gilio en el libro Pepe Mujica, de tupamaro a presidente. De joven fue relacionándose cada vez más con partidos de izquierda y haciéndose marxista. Un marxismo difícil de encuadrar dentro de las visiones de los socialistas y comunistas de la época. La de un cuestionador y ávido lector.
ABI