El Ministro de Gobierno manifestó que Bolivia es el único país que logró, en los últimos años, estabilizar los cultivos de hoja de coca.
Los cultivos de hoja de coca en Bolivia llegaron a 31.000 hectáreas en 2023, lo que representa un incremento de 4% respecto a 2022, según el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia–2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
“Hemos logrado una estabilización de los cultivos de la hoja de coca durante todos estos últimos años. Evidentemente el año 2023 no ha sido la excepción”, afirmó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, durante la presentación del informe en instalaciones de la Cancillería.
Apuntó a que Bolivia es el único país, entre Perú y Colombia, que como productor de la hoja de coca estabilizó sus cultivos, además de reducir la producción de un 20% a un 8%.
Del Castillo explicó que así como se amplió el número de consumidores de drogas en el mundo, también se amplió la cifra de cultivos de coca en más de un 144% entre los años de 2010 y 2023.
Ante representantes internacionales, el Ministro de Gobierno explicó que en 2020 se erradicaron “tan solo” 1.700 hectáreas de hoja de coca en zonas productoras y no productoras. Detalló que bajo su gestión se erradicaron en 2021 más de 9.000 hectáreas; en 2022, más de 10.000 hectáreas; y en 2023, también se sobrepasaron las 10.000 hectáreas.
Incremento de cultivos
Según el informe presentado, el incremento de 2023 se reflejó en las tres regiones del monitoreo: en los Yungas de La Paz, norte de La Paz y en el trópico de Cochabamba.
En el norte de La Paz se cuantificaron 486 hectáreas de cultivos de coca, lo que representa un aumento del 20% con relación a 2022. En los Yungas, los cultivos de coca alcanzaron a 18.439 hectáreas con un incremento de 2% en relación a 2022; mientras que en el trópico de Cochabamba se cuantificaron 12.125 hectáreas de coca, un aumento del 6% con relación a 2022.
AEP