Esa rama de las Fuerzas Armadas señaló que “habiendo concluido los actuados legales llevados en el Ministerio Público” los blindados ZFB-05 serán devueltos a su unidad y recorrerán las ciudades de La Paz y El Alto.
El Comando General del Ejército informó ayer que los vehículos blindados utilizados en la operación militar del 26 de junio, durante el golpe de Estado fallido, retornarán a su unidad militar de origen.
Esa rama de las Fuerzas Armadas señaló en un comunicado público que “habiendo concluido los actuados legales llevados en el Ministerio Público” los blindados ZFB-05 serán devueltos a su unidad y recorrerán las ciudades de La Paz y El Alto.
“Motivo por el cual se pide a la población no alarmarse y mantener la calma evitando cualquier especulación”, indicó el Ejército, que evitó mencionar el número de motorizados que participaron en la sublevación.
Las investigaciones preliminares sobre el caso establecieron que la noche del martes 25 de junio, el entonces comandante del Ejército, general Juan José Zúñiga, líder golpista, recibió el informe de la llegada de los vehículos blindados al cuartel del Estado Mayor: seis cascabeles, seis urutús y catorce zetas.
Además de los blindados, Zúñiga, con detención preventiva en la penitenciaría de El Abra, en Cochabamba, ordenó la movilización de tropas y blindados del Regimiento de Infantería Mecanizada - 8 Ayacucho desde Viacha, municipio contiguo a El Alto.
Este regimiento, parte de la Primera Brigada Mecanizada del Ejército de Bolivia, es una de las unidades de vanguardia en la región occidental del país.
Para asaltar la Casa Grande del Pueblo, sede de la Presidencia del Estado, el círculo golpista ordenó la participación activa de la Fuerza 10 (F-10), una unidad de élite del Ejército especializada en operaciones antiterroristas y de intervención rápida.
La Paz/AEP