En las últimas horas se comisó más de 1.000 litros de aceite hacia el Perú.
La lucha contra el contrabando en Bolivia dejó como resultado un daño económico a esta actividad ilegal de más de Bs 49 millones en lo que va del año, gracias a intensos operativos fronterizos y urbanos, informó ayer el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez.
“En las dos últimas semanas se ha afectado al contrabando en un millón de bolivianos, una afectación muy significativa. Y en esta gestión, de enero a la fecha, hemos afectado a este ilícito en más de 49 millones de bolivianos”, precisó la autoridad en entrevista con Bolivia TV.
Uno de los casos más recientes fue el decomiso de 1.000 litros de aceite que se pretendían comercializar ilegalmente en el vecino país de Perú. “El Comando Estratégico Operacional de Lucha
Contra el Contrabando redobla esfuerzos, especialmente por el contrabando de aceite”, destacó Velásquez.
En operativos realizados en el mercado Bolívar de Oruro, el Viceministerio de Defensa del Usuario y Consumidor encontró una gran cantidad de aceite oculto. Asimismo, en Sucre se identificó la venta especulativa de este producto, con precios de hasta Bs 150 por bidón de 5 litros, afectando directamente a la canasta familiar.
Además del aceite, las acciones de control permitieron comisar 15 cabezas de ganado en la zona del Hito 22, frontera con Perú. Semanas antes
ya se habían confiscado otras 13 cabezas, sumando 43 en las últimas tres semanas.
De enero al 23 de mayo, se comisaron aproximadamente 86.800 kilos de carne, in- cluyendo 13.840 kilos de cerdo y 18.600 kilos de ganado ovino. Estas cifras reflejan el alcance de la actividad ilícita y la respuesta contundente del Estado.
Para esta gestión, el Gobierno ha planificado la ejecución de 9.200 operaciones, con 880 comisos e incineraciones, además del fortalecimiento de la supervisión y el control de los operativos.
El viceministro Velásquez instó a la población a no participar ni fomentar el comercio ilegal, recordando que el contrabando no solo afecta a la economía nacional, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria del país y desestabiliza los precios en los mercados. “La lucha contra este flagelo requiere el com- promiso de todos los bolivianos”, concluyó.
AEP