El pan de batalla es un producto regulado por el Gobierno, que subsidia la harina a los panificadores para garantizar su venta a Bs 0,50.
El Viceministerio de Defensa al Usuario y Consumidor intensificó los controles en hornos y comercios para asegurar que el pan de batalla se mantenga a un precio regulado de Bs 0,50 y con un peso mínimo de 60 gramos.
Esta medida responde a las amenazas de incremento de precios y posibles acciones para esconder harina.
“Frente a los especuladores y aquellos que intentan ocultar la harina proporcionada por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos, aplicaremos la ley con firmeza. Iniciaremos procesos legales contra quienes incumplan y colaboraremos con autoridades municipales para asegurar el cumplimiento de las normas sobre el peso y precio del pan de batalla”, afirmó Jorge Silva, viceministro de Defensa al Usuario y Consumidor, en una entrevista con Bolivia TV.
Producto regulado
El pan de batalla es un producto regulado por el Gobierno, que subsidia la harina a los panificadores para garantizar su venta a Bs 0,50. Silva subrayó que el pan debe cumplir con los estándares de precio y peso establecidos: no más de Bs 0,50 por unidad y no menos de 60 gramos.
“El quintal de harina se entrega a los panificadores a Bs 136, por lo que no hay justificación para un aumento en el precio del pan de batalla,” añadió Silva.
Además, se coordinará con el Viceministerio de Comercio y Logística Interna para presentar una denuncia por especulación contra el secretario ejecutivo de la Federación de Panificadores de El Alto, Fidel Paco. En un audio filtrado, Paco instruye a sus afiliados ocultar harina en sus depósitos, lo que ha llevado a sospechas de especulación y manipulación del mercado.
“Esta conducta evidencia un intento de incentivar la especulación y crear una falsa escasez de harina, lo que afectaría a los consumidores,” concluyó Silva.
La Paz/AEP