Todo comenzó cuando los trabajadores desataron la lucha por la jornada de ocho horas.
Cada 1 de mayo, Bolivia y numerosos países del mundo conmemoran el Día Internacional del Trabajador, una fecha que rinde homenaje a la lucha histórica de los obreros por condiciones laborales justas.
Este día no solo representa un feriado nacional, sino también un recordatorio del origen de derechos laborales fundamentales como la jornada de ocho horas, el descanso remunerado y la seguridad social.
La conmemoración tiene su origen en Estados Unidos, cuando el 1 de mayo de 1886 miles de trabajadores iniciaron una huelga masiva para exigir que la jornada laboral se redujera a ocho horas.
Las protestas se concentraron en la ciudad de Chicago, donde se produjeron enfrentamientos con la policía, y varios manifestantes fueron arrestados y posteriormente ejecutados.
Estos sindicalistas pasaron a la historia como los Mártires de Chicago.
En homenaje a su lucha, el movimiento obrero internacional declaró el 1 de mayo como Día del Trabajador durante el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889.
Desde entonces, la fecha ha sido adoptada por múltiples naciones como símbolo de reivindicación de los derechos laborales.
En Bolivia, el 1 de mayo es reconocido como feriado nacional por mandato constitucional.
El artículo 48 de la Constitución Política del Estado establece que las disposiciones laborales son de cumplimiento obligatorio, y por ello tanto el sector público como el privado suspenden sus actividades en esta jornada.
Más allá del descanso, cada año se desarrollan marchas y actos conmemorativos organizados por sindicatos y centrales obreras en varias regiones del país.
Para este 2025, la Central Obrera Boliviana (COB) convocó a una gran movilización en la ciudad de Tarija, donde participará el presidente Luis Arce, mientras que en otras ciudades también se desarrollarán actividades en honor a esta fecha histórica.
AEP