La pequeña Jhoselin Mamani, de nueve años, fue dada de alta en Santa Cruz luego de someterse a una compleja cirugía cerebral que le devolvió la esperanza de vivir.
La intervención y todos los procedimientos médicos fueron cubiertos por el Sistema Único de Salud (SUS), con una inversión cercana al medio millón de bolivianos.
El neurocirujano endovascular intervencionista Jorge Botello Marín, quien lideró la operación, explicó que el procedimiento fue exitoso en su primera etapa.
“Logramos cerrar entre el 50 por ciento y 60 por ciento de la malformación. En dos o tres meses se hará una segunda sesión, y posteriormente una tercera”, precisó.
Botello es egresado de la Universidad Mayor de San Andrés y se especializó en Argentina. Gracias a su pericia, la intervención fue posible en la Clínica Metropolitana de las Américas SA, donde fue trasladada la niña luego de recibir el diagnóstico.
El Ministerio de Salud también garantizó asistencia integral a la familia durante todo el proceso, desde el traslado hasta la alimentación y el hospedaje de los cuatro integrantes en Santa Cruz.
“Es la primera vez que camino tanto por los hospitales, y lo hice por mi hija. No conocía el SUS, pero ahora sé que gracias a él no gasté nada. Sé que la operación fue carísima, porque solo una consulta privada cuesta mucho. El SUS es una esperanza de vida”, expresó Hermenegilda Romero, la madre de la niña.
Desde el lunes 19 de mayo, Jhoselin iniciará su proceso de fisioterapia y rehabilitación, en preparación para las próximas fases del tratamiento.
AEP
