El municipio tarijeño recibe de 280 mil a 300 mil turistas al año. De estos, el 95% elige visitar la ruta emblemática de la región para explorar sus bodegas, viñedos y degustar el agua ardiente del fruto.
La Paz, 15 de abril de 2024 (AEP). – Sin duda una de las joyas de la chura Tarija, situada en el sur de Bolivia, es su buen vino y sus destilados de primera calidad. Reconocida como la capital del vino boliviano, ofrece una experiencia única que combina la exquisita producción vinícola con la impresionante belleza natural de sus paisajes y la hospitalidad de su gente. No por nada su famosa Ruta del Vino y Singani es considerada un principal atractivo que cautiva tanto a visitantes locales como a extranjeros que llegan a explorar sus encantos.
Según Rolando Vacaflor, director de Turismo y Cultura del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, la región recibe de 280 mil a 300 mil turistas al año. De estos, el 95% elige visitar la famosa Ruta del Vino y el Singani. Es decir, la mayoría de los visitantes opta por este atractivo para explorar las bodegas, los viñedos y disfrutar de los deliciosos sabores del jugo de la uva fermentada y del agua ardiente del fruto.
“El principal atractivo turístico de la ciudad (de Tarija) es la Ruta del Vino y del Singani (…) por eso tenemos varias actividades que caracterizan y fortalecen a este sector de la vitivinicultura”, resaltó la autoridad tarijeña.
La Ruta del Vino y el Singani abarca a los municipios de Cercado, Uriondo, San Lorenzo, Padcaya, El Puente, Yunchará, Yacuiba, Villa Montes, Caraparí, pasando por la ciudad de Tarija y áreas agrícolas circundantes. Este recorrido, que atraviesa numerosas bodegas artesanales, viñedos, bodegas industriales y comunidades, ofrece una experiencia completa en la producción vitivinícola. Además, este atractivo se extiende a los departamentos de Chuquisaca (cañón de los Cintis) y Potosí (Valle de Cotagaita y Vitichi).
Vacaflor destacó que en el municipio tarijeño de Cercado se concentra casi el 80% de la producción total de uva en el país, lo que lo convierte en la principal región productora de uva de Bolivia. Por esa cualidad es reconocida como la tierra del vino y del singani, debido a la calidad de sus productos vitivinícolas y su contribución significativa a la industria vinícola boliviana.
Ese potencial productivo y turístico genera un movimiento económico de más de $us 150 millones al año, solo en la venta de la producción de vinos y singanis, de acuerdo con la autoridad municipal.
En este contexto, anunció que este mes relanzarán la ruta turística debido a su éxito. Invitó tanto a la población boliviana como a los turistas extranjeros a visitar este emblemático destino regional. El relanzamiento surge luego de la celebración del Festival de la Viña y el Vino, que se celebró el último fin de semana de marzo y coincidió con la época de vendimia, el momento en que se cosecha la uva para dar inicio a la producción de vinos y singanis.
Por otro lado, a partir de junio, julio y agosto se realiza la poda en los viñedos, un proceso que embellece los paisajes con una variedad de colores. Durante estos meses también se registra un aumento en la afluencia de turistas interesados en presenciar este proceso en las bodegas y viñedos locales.
La mayoría de los visitantes de Tarija opta por este atractivo para explorar las bodegas, los viñedos y disfrutar de los deliciosos sabores del vino y singani.
ÚNICO EN EL MUNDO
De acuerdo con el Viceministerio de Turismo, la historia de la adaptación de cepas ibéricas de vid en los valles interandinos de Tarija, Chuquisaca y Potosí se remonta a más de 400 años. En esa época, los colonizadores españoles residentes en la Villa Imperial y Sucre lograron reducir la dependencia de la compra y transporte de vino desde España gracias al desarrollo de la producción regional de este producto esencial, utilizado tanto en iglesias como en palacios. Así, los vinos y singanis abarcan rangos altitudinales de entre 1.500 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, y se destacan como únicos en el mundo.
La ruta de aromas y sabores es una experiencia culinaria única, donde las uvas, quesos, jamones, ciruelas, duraznos, higos y las hortalizas forman parte de la tradición gastronómica ibérica o mediterránea. Esto se debe a las similares condiciones semiáridas y de alta insolación de los valles interandinos de Bolivia.
El entorno del destino de vinos y singanis, que incluye plantaciones, bodegas y opciones de restauración, cuenta con óptimas condiciones de conectividad terrestre y aérea. Además ofrece una amplia gama de servicios turísticos de alta calidad que abarcan desde el turismo cultural y religioso hasta el etnoturismo, la recreación y el descanso. Todo esto se ve complementado por el agradable clima templado y, sobre todo, por el carácter hospitalario, alegre y cálido de su población.
PATRIMONIO DIVERSO
La Ruta del Vino y Singani, además de sabor, ofrece un rico patrimonio cultural intangible y auténtico. En el valle de Tarija, a lo largo del río Guadalquivir, se preserva la cultura chapaca o andaluza, que se adaptó de la región sur de España. Esta se distingue por sus costumbres, tradiciones culturales, idioma y prácticas religiosas únicas.
Por otro lado, el patrimonio cultural tangible del destino se manifiesta a través de los Caminos del Inca, que forman parte del Qhapac Nan. Estos caminos antiguos ingresan a los valles desde las rutas troncales del altiplano y conectan una serie de complejos arqueológicos a lo largo de su recorrido.
También cuenta con un variado patrimonio natural que incluye las punas y altiplanos alto andinos, preservados en la Reserva Biológica Cordillera de Sama. Estas áreas protegidas desembocan en los valles mencionados y se conectan con la región de los Yungas en las laderas orientales de los Andes, específicamente en Bermejo y Entre Ríos. La biodiversidad de esta región está bien conservada bajo el régimen de gestión del Parque Natural y Área de Manejo Integrado de Tariquía.
Además, el destino cuenta con un vasto patrimonio de historia natural, enriquecido por importantes yacimientos paleontológicos ubicados en el valle central de Tarija.