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Las ‘Bartolinas’, un legado de emancipación, libertad y lucha contra la opresión

Era el 23 de abril de 1978, las primeras ‘Bartolinas’ —Josefina Saravia, Rosalía Quelca y Mercedes Rojas— convocaron al Primer Encuentro Departamental de Mujeres Campesinas en La Paz.

La Paz, 25 de septiembre de 2023 (AEP). – El 10 de enero de 1980 nació la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), bajo la concepción del chacha-warmi (hombre-mujer), para luchar contra la opresión, pero con una visión independiente de conquistar sus propios derechos excluidos.

Era el 23 de abril de 1978, las primeras ‘Bartolinas’ —Josefina Saravia, Rosalía Quelca y Mercedes Rojas— convocaron al Primer Encuentro Departamental de Mujeres Campesinas en La Paz.

“No sabían escribir ni leer ni sacar resoluciones”, relató una de las dirigentes en 1984, un testimonio que quedó plasmado en la confederación para recordar su historia.

La mayoría eran madres muy jóvenes, casi adolescentes, quienes se capacitaban en algunas labores en los clubes de madres y estaban preocupadas por sus esposos, padres, hijos y hermanos que eran perseguidos, en ese entonces, por gobiernos dictatoriales, cuenta Graciela Villca, exejecutiva de las ‘Bartolinas’.

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Isabel Ortega, exejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias Bartolina Sisa. | Foto: Archivo.

 

“No conocíamos mucho de cómo organizarnos sindicalmente, qué pasos seguir, pero teníamos esa fuerza que seguramente heredamos de nuestra abuela y madre Bartolina Sisa”, comenta la exdirigente.

Lo único que tenían seguro en su mente era “no volver a ser esclavas”, “no volver a tener patrones”. Habían luchado por tantos años contra la opresión española, por sus tierras, por su identidad y cultura, que era imposible volver a ese pasado, que para ellas era doloroso, pues no se les permitía ni hablar.

A la par de sus aspiraciones, los campesinos —bajo el liderazgo del extinto Genaro Flores Santos, fundador de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB)— habían iniciado una lucha contra la dictadura de René Barrientos (MNR), Hugo Banzer Suárez (ADN), Natusch Busch, entre otros que prosiguieron hasta 1981, y luego contra los partidos de derecha y neoliberales.

Las mujeres no podían quedarse al margen de esta batalla; así como la abuela Bartolina, la emancipación también era obra de ellas. Flores ideó una estrategia bajo la concepción del chacha-warmi, una dualidad y complementariedad entre hombre y mujer, como pilares fundamentales del desarrollo de la familia y de las comunidades andinas heredadas de los héroes Túpac Katari y Bartolina Sisa.

Así nació, en principio, la Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia Bartolina Sisa (FNMCB-BS), en 1980, en honor a la heroína aymara de ese nombre.

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Integrantes de la histórica organización. | Foto: Archivo

 

INDÍGENAS Y ORIGINARIAS SE UNEN A LA CONFEDERACIÓN

La exejecutiva de esta organización Julia Ramos menciona que, junto a la fundadora, mamá Isabel Ortega, se buscó la unidad de las mujeres de todo el país, pero al nacer la organización solo estaban contempladas las campesinas, y faltaban las indígenas y originarias.

“Cuando recorrimos las demás regiones, había mujeres que se proclamaban indígenas, otras originarias. Es así que nació la confederación como ahora es, con las mujeres campesinas, indígenas y originarias, tanto del valle, del oriente como del altiplano”, explica.

En los años 80, las primeras federaciones estaban asentadas en La Paz, Cochabamba y en Guarnes, Santa Cruz.

En esa época, Ramos —quien tenía cerca de 20 años— representaba a la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Tarija, en la que estaban hombres y mujeres. Al conocer la misión y visión de las ‘Bartolinas’, fundó la organización en Tarija.

Ya para los 90, el sector tenía conocimiento sólido de la organización, de sus estatutos y reglamentos. Ahora, era el tiempo de pensar en ellas, de luchar por sus derechos individuales y colectivos, como la representación política, mejores condiciones de vida, además de contar con estudios superiores.

Así como lo hizo la abuela Bartolina, quien luchó por una causa, un objetivo, “nosotras debemos sentirnos orgullosas porque tenemos una heroína que trascendió más allá y hoy hay mujeres que siguen su legado más allá del país”, afirma Villca.

Tanto la CSUTCB como las ‘Bartolinas’ son fundadores del Instrumento Político, en el que se asientan las bases del Estado Plurinacional de Bolivia, que no se inicia en los años 90, sino en la década del 70.

RECONOCIMIENTO

Es la primera organización reconocida a nivel internacional como mujeres campesinas.

Su labor fundamental es seguir el legado de Bartolina Sisa y, por qué no, en un futuro que salga una líder como presidenta de Bolivia, expresa la actual ejecutiva, Guillermina Kuno.

La marcha por tierra y territorio, por la salud, educación y trabajo

En 1990, el sector, como mujeres indígenas y originarias, participó en la Marcha Indígena por el Territorio y la Dignidad, y logró el reconocimiento estatal de la existencia de los pueblos indígenas. Exigió el reconocimiento del derecho propietario sobre sus territorios ancestrales, plasmados en decretos supremos como el 22611.

También apoyaron con marchas en la “masacre de octubre negro, en 2003”, de El Alto, que terminó con el derrocamiento del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Como ‘Bartolinas’, participaron activamente en la transformación del nuevo Estado en la Asamblea Constituyente, que dio paso a una nueva Constitución Política del Estado, que reconoce a las 36 etnias, con sus culturas y costumbres.

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Foto: Archivo.

 

¿Quién fue Bartolina Sisa?

Bartolina Sisa fue una heroína aymara que lideró el levantamiento indígena y luchó contra la dominación y la opresión de los conquistadores españoles.

Nació en el cantón de Caracato del Ayllu (actualmente en el departamento de La Paz, Bolivia) el 24 de agosto de 1753 y murió en La Paz el 5 de septiembre de 1782.

En su juventud se dedicó al comercio de la hoja de coca y a los tejidos nativos, refiere un artículo publicado en 2019 por la Universidad Provincial de Córdoba (UPC) de Argentina.

Cuando tenía 25 años comenzó a organizar distintos levantamientos contra el ejército español, uno culminó con el cerco a La Paz (13 de marzo de 1781), una de las mayores sublevaciones indígenas de la historia, señala el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) de Argentina. Hoy, su legado se extiende por Bolivia, Argentina, Chile y llega hasta Europa.

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Foto: Archivo


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