El Jefe de Estado expresó su profunda conexión con la fe y la esperanza en Martes de Ch’alla.
La Paz, 14 de febrero de 2024 (AEP).- En el día de la emotiva celebración del tradicional Martes de Ch’alla, el presidente Luis Arce expresó su profunda conexión con la fe y la esperanza, agradeciendo las bendiciones de la Madre Tierra.
Con un llamado a la unidad, el mandatario destacó la importancia de anteponer el bien común sobre cualquier interés personal o de grupo.
Con optimismo, Arce proyectó un futuro próspero para el pueblo boliviano, subrayando la convicción de que tiempos de abundancia se avecinan.
Resaltó, en un mensaje en sus redes sociales, al que acompañó con un video sobre la arraigada creencia, la importancia de preservar y celebrar las tradiciones que forman parte del rico patrimonio cultural de Bolivia.
“¡Que vivan nuestras tradiciones!”, exclamó el presidente, enfatizando en la importancia de mantener vivas las raíces culturales del país. Además expresó su apoyo y orgullo por el Estado Plurinacional de Bolivia, usando el hashtag #Bolivia para resaltar la diversidad y la unidad que caracterizan a la nación.
Elementos para la ch’alla, una expresión profunda de la cosmovisión andina. | Foto: APG
TRADICIÓN
Más allá de una simple tradición, la ch’alla es una expresión profunda de la cosmovisión andina. Es un acto de agradecimiento a la Pachamama por los frutos que provee, y una súplica para que continúe bendiciendo a las familias y comunidades.
En un mundo cada vez más urbanizado, la ch’alla se convierte en un eslabón vital que conecta a las personas con sus raíces y su identidad cultural.
Ayer, las ciudades bolivianas se llenaron de color, alegría y misticismo. El ritual ancestral, que se remonta a tiempos precolombinos, sigue vivo y vibrante en el corazón de la sociedad boliviana, recordándonos la importancia de la armonía con la naturaleza y la reciprocidad con la Madre Tierra.
La ch’alla no solo se celebra en las ciudades, sino también en las comunidades rurales. En el altiplano boliviano, los campesinos preparan sus mesas con productos propios de la tierra, como la papa, la quinua y la lana de llama. El ritual se convierte en un espacio de encuentro comunitario, donde se comparten historias, música y tradiciones ancestrales.
Desde temprano, los paceños se prepararon para el ritual. | Foto: APG