Los padres de familia pidieron una inspección.
La Paz, 18 de marzo de 2023 (AEP).- Los 27 estudiantes de la unidad educativa José Alcides Álvarez Aparicio, que reciben educación especial, deben pasar clases en aulas prestadas, rodeados por peligros como roedores y la posible presencia de extraños que entran al colegio por las casas aledañas.
Ante esta situación y la poca atención de la alcaldía paceña, los padres de familia solicitaron que se haga una inspección. La concejala Eliana Paco llegó hasta el lugar junto al director de Educación del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Jacques Alcoba, y personal de la subalcaldía de la zona Max Paredes.
En brazos de sus familiares, los niños que requieren de sillas de ruedas para movilizarse entran a una de las aulas donde reciben instrucción, narró Boris Vargas, el presidente de la junta de padres. No pueden hacerlo solos porque el ingreso está lleno de escombros y el terreno en el que esta unidad educativa está construida es irregular.
El pasto y la hierba cubren el espacio que funciona como patio, donde además se pueden encontrar restos de fierros y otros elementos de construcción aún semienterrados.
“Con la lluvia, este patio se inunda y se llena de mosquitos. También tenemos problemas con los roedores y en la parte de atrás, donde se cayó un árbol, con gatos callejeros”, describió el director del colegio, Hugo Mamani.
Janette Portillo, una de las madres que acompañó a la comitiva, narró que debido a estas condiciones los niños han sufrido daños, incluso una pequeña que se que cayó tuvo que ser internada en terapia intensiva.
Otro de los aspectos más preocupantes del estado del colegio José Alcides Álvarez Aparicio —que funciona en Pura Pura— es que las casas contiguas, que están a pocos metros de las aulas, no tienen muros perimetrales.
En el piso puede verse agua estancada, basura y botellas de bebidas alcohólicas que dejan bebedores que ingresan al colegio por medio de las casas vecinas y que son una constante preocupación para los padres.
Poco a poco los testimonios comenzaron a hacerse más emotivos. Los 27 estudiantes solo pueden ocupar tres aulas, que las unidades educativas que utilizan estas infraestructuras durante tres turnos diferentes les han prestado.
Con lágrimas en los ojos, la profesora Elizabeth Portillo contó que los niños a los que enseña deben tener mucho cuidado con el mobiliario y que no pueden utilizar ciertos espacios dentro de las mismas aulas, porque los profesores de los otros turnos los obligan a pagar y limpiar.
“Tengo casi 50 años enseñando. Los niños con los que trabajamos en muchos casos tienen problemas de aprendizaje, de conducta o requieren apoyo especial, ¿cómo podemos darles lo que requieren si tenemos que cohibir sus movimientos todo el tiempo?”, manifestó la profesional.
Al llegar a los baños, las madres de familia comenzaron a mostrar con exasperación su frustración.
“No sabemos por qué han abierto ahora el baño de mujeres. Las porteras no nos dejan utilizarlo cotidianamente y nuestros niños y niñas comparten los baños de varones. Las funcionarias afirman que solo trabajan para el turno de la mañana”, explicó Portillo.
Para evitarse problemas, los cinco profesores que enseñan a estos niños deben acompañarlos al baño y así se aseguran de dejar el espacio limpio, para evitar enfrentamientos con sus colegas.
Al culminar la inspección, los funcionarios municipales y la concejal explicaron a los padres qué medidas se tomarán para mejorar la situación en la que aprenden estos estudiantes. La subalcaldía iniciará los trabajos de deshierbe para que la unidad de Zoonosis pueda resolver la infestación de roedores, dieron a conocer los funcionarios.
Por su parte, Alcoba explicó a los padres que la unidad educativa aún es una institución de convenio, lo que quiere decir que no pertenece aún al municipio. Sugirió también a los padres que busquen agilizar este proceso para poder ayudarlos más.
Ante esta respuesta, la concejala Paco le cuestionó: “¿Tenemos que poner los papeles antes que el bienestar de estos niños, director?”. La legisladora municipal dio a conocer que no es la primera fiscalización que hace en esta infraestructura, por lo tanto se comprometió a hacer seguimiento a las mejoras y e instó a los funcionarios a ser más empáticos.