El Programa Nacional de Servicios Sociales y Legales para Personas con Discapacidad se amplía y busca llegar a más lugares del territorio nacional.
El Programa Nacional de Servicios Sociales y Legales para Personas con Discapacidad (Pronassle) abrió 55 oficinas en todo el país, dedicadas a otorgar servicios legales y sociales gratuitos. En solo mes y medio se trataron 990 casos en los nueve departamentos.
“Tenemos 55 oficinas y estamos presentes en 52 municipios del país, solo desde el 14 de junio ya hemos atendido 990 casos. El servicio que brinda el programa es muy requerido, sobre todo porque si bien gobernaciones y municipios deberían tener unidades de atención a las personas con discapacidad, muchas veces no dan abasto”, explicó Rosa Queso, directora de la Unidad Ejecutora del Fondo Nacional de Solidaridad y Equidad (UE-FNSE), instancia dependiente del Ministerio de la Presidencia.
Según detalló la autoridad, el principal objetivo de este programa es que las personas con discapacidad puedan ejercer sus derechos en el marco de la igualdad. Para contribuir a ello, cada oficina del Pronassle cuenta con dos profesionales, uno en el ámbito legal, otro en trabajo social y un auxiliar. Cada persona es un voluntario que también sufre de algún tipo de discapacidad o bien es padre o tutor de alguna persona que es parte de esta población vulnerable.
“Cada año hacemos una convocatoria pública para elegir a los voluntarios, que son beneficiarios indirectos. Esto es especialmente importante, porque ellos saben, conocen la realidad de la persona con discapacidad en nuestro país y han mostrado un gran compromiso con el trabajo que desarrollan”, narró Queso.
Si una persona requiere de los servicios de los voluntarios, debe aproximarse a sus oficinas, sin embargo también puede utilizar la línea gratuita 800-10-11-14. Una vez en las oficinas, los beneficiarios deben mostrar su carnet de discapacidad. Si la persona no tuviera uno, los voluntarios pueden colaborar con este trámite, que es uno de los más requeridos.
El trabajo de concientización, tanto con familias particulares, como con la población en general, es una de las actividades constantes de Pronassle, para ello los trabajadores sociales no solo atienden en un sitio particular, sino que se trasladan a diferentes municipios y localidades, incluso haciendo visitas a domicilios.
Esto, aseveró Queso, es fundamental debido a que en Bolivia aún existe mucha discriminación y maltrato a las personas que sufren de discapacidad, empezando desde las familias: “Hemos llegado a encontrar a personas con esquizofrenia y otras condiciones mentales atadas en sus hogares, sin atención médica ni calidad de vida”.
El acceso a terapias, rehabilitación y otro tipo de atención médica es otra de las prioridades del Pronassle, donde existe información para familiares y pacientes, así como datos para la afiliación al Sistema Único de Salud (SUS).
Queso reconoció que, si bien se han dado grandes pasos, el camino para que se garantice una vida digna a las personas con discapacidad es largo. En su experiencia —Queso también tiene una discapacidad— el abandono es constante cuanto nace un niño con discapacidad en cualquier familia. Allí entran en juego los abogados del Pronassle, quienes colaboran con los procesos para obtener asistencia familiar, así como casos de violencia intrafamiliar o discriminación en el ámbito educativo, sobre todo.
“Solo en 2023 atendimos 19.590, con 50 oficinas. Al ver el requerimiento de estos servicios es que abrimos cinco oficinas más. Estamos avanzando, pero aún nos falta, es un recorrido difícil y necesitamos, sobre todo, concientizar a la población sobre nuestros derechos”, dijo.
La Paz/AEP
