Pronto espera exportar a gran escala, primero a Perú y luego a otros países, para así mostrar que en Bolivia hay talento para hacer productos de calidad.
Danny Huarachi es un joven alteño, quien desde 2023 fabrica sillones odontológicos o dentales y gracias a su trabajo ayuda a reducir la importación de estos productos en la ciudad de El Alto. Su visión es exportar a gran escala y mostrar el talento de los bolivianos.
En la zona Villa Bolívar D, de El Alto, está ubicado Amakella Group, el emprendimiento de este joven que comenzó con la fabricación de volquetas de metal, juguetes que hoy son muy requeridos por su calidad y resistencia en el país.
Impacto
Con la creación de los sillones odontológicos de metal ayuda a reducir la importación de estos productos, incluso a bajar los costos en un 50%, aseguró Danny en contacto con el periódico Ahora El Pueblo.
“Como el dólar comenzó a subir y las importaciones se volvieron caras, nosotros pensamos en que podíamos hacer los sillones con calidad desde El Alto, para que quienes lo necesiten dejen de importar”, comentó.
Su idea funcionó y en poco tiempo se convirtió en uno de los proveedores más requeridos del mercado nacional e internacional. Al ser productos hechos en El Alto, no necesitan la importación de repuestos y el joven emprendedor garantiza el mantenimiento de estos insumos médicos.
Su meta es exportar a gran escala hacia mercados de Perú y otros países.
Emprendimiento
Amakella Group nació en 2020, en plena pandemia del Covid-19. El nombre fue elegido por Danny y su padre, Anacleto Huarachi, para empezar a emprender. El significado de ama quella está relacionado con uno de los principios que practican los pueblos andinos: “no seas ocioso”.
Y es que, en El Alto, la mayoría de su gente se caracteriza por ser muy trabajadora.
Su padre es su mano derecha. Él es experto en metal mecánica, una combinación que aprovecharon para sacar adelante su emprendimiento, que hoy dio sus frutos por el reconocimiento dentro y fuera del país.
Danny relató que, por su esfuerzo y la calidad de sus productos, lo invitaron a llevar su emprendimiento a Paraguay, pero él decidió apostar por la gente alteña. Contaba con más de cuatro empleados en sus inicios; ahora tiene 20.
“Mi misión es generar empleo en mi país, apostar por la gente boliviana, que vean que sí se puede hacer productos de calidad para exportar y así dejar de importar. La tentación de irme fue grande porque te ofrecen todo, pero decidí quedarme, y aquí estoy luchando”, dijo.
La silla dental de Amakella Group.
AEP
