El lago navegable más alto del mundo sufre por la contaminación de sus aguas. Uno de los causantes son las fábricas, instaladas al borde los ríos (Seco, Seke y Parina) de El Alto y Viacha.
Este incremento da una “tranquilidad momentánea” para abastecer a la urbe del recurso hídrico; sin embargo, pidió continuar con medidas de prevención para no malgastar el agua potable.