Desde 2020, el gobierno del presidente Luis Arce emprendió un importante desafío para revertir la crisis que dejaron la pandemia del Covid-19, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y la caótica administración del régimen de Jeanine Añez. La mirada estuvo puesta en la reconstrucción económica y se asumieron las acciones necesarias para sacar adelante al país.
Sin duda, en estos años se dieron pasos importantes y Bolivia volvió a la senda del crecimiento. Tener una de las inflaciones más bajas de la región y del mundo con 2,2% en 2023; y la menor tasa de desocupación urbana de Sudamérica con el 3,6% al tercer trimestre de 2023 son solo algunos de los indicadores que reflejan las medidas acertadas que se asumieron desde el Ejecutivo para velar por el bienestar de la población boliviana.
No obstante, hay intereses mezquinos que se anteponen y buscan desestabilizar al Gobierno, tratando de generar un panorama de crisis mediante información falsa y especulación, que agravan las situaciones adversas que debe resolver el Ejecutivo.
Pero, la economía tiene impacto en toda la población y el mantener la estabilidad y crecimiento requiere de esfuerzos conjuntos. Así lo entienden la administración del presidente Luis Arce y los empresarios privados del país, que durante los últimos días sostuvieron reuniones de coordinación para tomar acciones que permitan fortalecer los ámbitos económico y productivo.
Esta alianza público-privada se consolidó la semana pasada con la firma del acuerdo entre el Ejecutivo y la representación del empresariado boliviano, que determinó 10 medidas para dar solución a la escasez de dólares e impulsar el sector productivo, principalmente, las cuales se fueron aplicando de manera inmediata, tal es el caso de la liberación de las exportaciones.
En esa línea, el presidente Arce, junto a los ministros del área económica y productiva, también sostuvo una reunión con los representantes de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), justamente para abordar, entre otros temas, lo referido a las exportaciones, garantizando el abastecimiento del mercado interno y la estabilidad de los precios.
La apertura del sector empresarial y del Ejecutivo para encaminar un trabajo conjunto persiguiendo objetivos comunes es una muestra de cómo se deben encarar las situaciones adversas que se presentan; actitud muy alejada de sectores de oposición que se empeñan en agravar las situaciones y alimentar los problemas, sin pensar en que el único afectado termina siendo el pueblo boliviano.