Después de los resultados sorpresivos de las elecciones de 17/agosto/2025, los candidatos a presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Rodrigo Paz Pereyra, con el partido político Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge Tuto Quiroga, con el partido Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) —partidos políticos alquilados—, dichos políticos tienen a su favor la Asamblea Legislativa Plurinacional constituida por casi el 99% de diputados y senadores derechistas y fascistas gracias a sus manipulaciones y promesas falsas que fueron efectivas.
Así, se alistan para la segunda vuelta electoral programada para el 19 de octubre, recurriendo a la guerra sucia por todos los medios a su alcance, caldeando los ánimos para manipular al electorado y ser elegido, sin ser líder ni siquiera tener la pasta de líder.
Ambos candidatos fueron gratamente sorprendidos por su victoria en las elecciones del 17 de agosto, ya que ninguno de los dos se consideraba líder del pueblo boliviano; quedaron sorprendidos también los encuestadores y los politólogos nacionales e internacionales, a tal nivel que hasta ahora especulan los resultados de dichas elecciones, sin saber exactamente por qué ganaron unos y perdieron otros, llegando al absurdo de creer que ganaron por el “voto nulo”.
Tales candidatos siempre han vivido de la política desde el anterior siglo, nunca han trabajado como trabajan los gremiales, fabriles, mineros, profesores, choferes y el pueblo en general, con sacrificio; por ello, la clase trabajadora y los campesinos que con su familia trabajan todos los días arando la tierra para que el pueblo no muera de hambre y tenga seguridad alimentaria, los rechaza, desprecia y censura. Es que, para ser líder de los trabajadores y campesinos —mal llamados indios— hay que trabajar todos los días desde que amanece hasta que anochece sudando por el progreso de Bolivia; cosa que ninguno de los dos lo hizo ni lo hará.
Las privatizaciones anunciadas con bombos y platillos por dichos candidatos, los 12.000 millones de dólares que quieren prestarse del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM) y del BID, para hipotecar a Bolivia, solo les conviene a los candidatos referidos y al imperio, no al pueblo boliviano, si tenemos presente que en vez de dichos préstamos solo hay que aprobar los créditos bloqueados desde 2003 en la Asamblea Legislativa para desestabilizar al Gobierno. El pueblo no quiere que se privaticen las empresas estatales, quiere que siga la industrialización emprendida exitosa y patrióticamente por el Gobierno actual pese al bloqueo y boicot en la Asamblea Legislativa, además quiere que la moneda boliviana no se devalué y se mantenga Bs 7 por 1 dólar, como está desde 2006 gracias al Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) del MAS-IPSP. El pueblo quiere progreso y estabilidad social y política.
Precisamente porque no son líderes del pueblo y no tienen nada bueno que ofrecerle al pueblo boliviano, ambos candidatos se dedican a injuriarse y difamarse utilizando arteramente la guerra sucia difundida día y noche. Solo falta que se golpeen y muerdan como en las bochornosas sesiones de la Asamblea Legislativa.
Desesperados por captar el voto del electorado, ahora recurren a actos populistas con hipocresía y cinismo increíbles, al extremo de abrazar y besar a los “indios e indias” que antes los despreciaban, humillaban y discriminaban —abrazos y besos nada auténticos y harto demagógicos—, al respecto conviene leer El populismo o los populismos. Actualidad y particularidades del concepto en América latina, de Sambrina Morán, porque los políticos de la derecha fascista siempre discriminaron a los aymaras, quechuas y guaraníes, utilizándolos solo como escaleras para gobernar y saquear la Patria saciando sus apetitos personales, porque sintiéndose ganadores creían y creen tener el derecho de someter al pueblo; demostrando así ser enemigos de las bolivianas y los bolivianos. Por ello cualquiera que sea elegido será mal elegido; porque el elegido, aunque se sienta feliz no será líder del pueblo, y el pueblo estará descontento. Así, los deseos de progreso y bienestar social del pueblo boliviano quedan inciertos e interrumpidos sin saber hasta cuándo, igual que el clamor de justicia por los delitos cometidos durante el golpe de Estado y gobierno de facto de Jeanine Añez. Por falta de líder.
Lo cual permite ver que, en el balotaje sería elegido Rodrigo Paz junto a Edmand Lara, porque los votos que los eligieron seguirán fieles y nunca favorecerían a Tuto Quiroga, y los “votos nulos” y “votos en blanco” que se dice pertenecen a los mal llamados “indios collas” del MAS-IPSP que son más o menos el 70% de los electores, votarían por Rodrigo Paz, por ser el mal menor —salvo error u omisión—.
Así, se concluye que el nuevo presidente del Estado Plurinacional de Bolivia no será líder del pueblo boliviano y no se sabe cómo gobernará ni qué hará, todo es cuestión de tiempo; entretanto el pueblo medita en silencio pensando en mejores días para Bolivia soberana. Antonio José de Sucre dijo: “Aun pediré otro premio a la nación: el de no destruir la obra de mi creación, y de conservar por entre todos los peligros la independencia de Bolivia”.
Por: Armando Aquino Huerta/