Una realidad factible es que el agronegocio brasileño está conquistando nuevos mercados en Asia, más allá de China y la soja.
Actualmente, dos tercios de las exportaciones brasileñas de carne de vacuno se destinan al continente. A pesar de una historia de negocios limitados con Brasil hasta principios de este siglo, Asia se ha convertido en una de las principales regiones de destino de los productos agroindustriales brasileños en los últimos años.
En este contexto, aunque centra su atención en las exportaciones de soja a China, Brasil ha ampliado cada vez más el número de socios comerciales y de productos exportados al continente. En 2001, las exportaciones brasileñas de productos agrícolas a Asia totalizaron US$ 1,8 mil millones, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex) del Ministerio de Desarrollo (MDIC). El año pasado, el valor alcanzó los US$ 68 mil millones, equivalente al 41% de todas las exportaciones del sector.
China, la segunda mayor economía del mundo, es el principal consumidor de la producción agrícola brasileña y representa el 74% de las importaciones del continente (US$ 49,7 mil millones) en 2024. Pero Vietnam, Tailandia, Japón, Bangladesh, Taiwán y Corea del Sur ya importan anualmente más de US$ 1.000 millones en productos agrícolas brasileños. Hasta 2018, sólo el mercado chino absorbía compras por encima de este nivel. La política de adversidades fiscales de Trump, Brasil y China aceleran negocios, el gobierno brasileño quiere aumentar asociaciones con los chinos en medio de alzas arancelarias en EEUU. En los últimos meses se han dado varias señales en este sentido. Algunos son anteriores a la disputa arancelaria promovida por Donald Trump.
De enero a marzo, los flujos comerciales entre Brasil y China batieron un récord para el período y superaron los US$ 38,8 mil millones, con US$ 19,8 mil millones en exportaciones brasileñas y US$ 19 mil millones en importaciones. Las importaciones brasileñas procedentes de China aumentaron un 35% en el primer trimestre. Uno de los principales factores responsables de este salto fue el grupo “Plataformas, buques y otras estructuras flotantes”, que por sí solo movió US$ 2.700 millones, un valor significativamente superior a los aproximadamente US$ 4 millones registrados en 2024.
En el sector de agronegocios, el gobierno brasileño ya reconoció oficialmente que la disputa comercial entre China y Estados Unidos podría abrir nuevas oportunidades. El ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, dijo que la tensión entre ambos países ha acelerado algunas negociaciones con Pekín. “De hecho hay una expectativa de ampliar los negocios con China”, afirmó Fávaro.
Representantes del Ministerio de Agricultura de China estuvieron en Brasil y se reunieron con autoridades brasileñas. El principal objetivo del gobierno brasileño en estas reuniones es reducir la burocracia en los procesos de aprobación para la importación de productos biotecnológicos, como semillas genéticamente modificadas y alimentos editados genéticamente. Brasil también está enviando sus principales figuras a China. Como parte de los preparativos de la visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) a Pekín, prevista para mayo, una delegación brasileña ya está en suelo chino para allanar el camino para las negociaciones y organizar reuniones bilaterales. El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, ya aterrizó en el país asiático. Se espera que el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, llegue a Pekín a finales de abril, unas semanas antes de la llegada de Lula.
Otra novedad se produjo en el sector portuario: se abrió una nueva ruta marítima directa entre China y Brasil. La nueva ruta conecta el Puerto de Gaolan, en la ciudad de Zhuhai, y los puertos brasileños de Santana (AP) y Salvador (BA). Según el Ministerio de Puertos y Aeropuertos, el nuevo corredor marítimo atiende directamente zonas estratégicas de producción agrícola y minera.
Hay otro acto que enfrentó a Estados Unidos y que ocurrió en Brasilia, durante la principal reunión del Grupo de Trabajo de Agricultura de los Brics. Los países Brics han declarado formalmente su apoyo a la propuesta de Rusia de crear una “Bolsa de Granos Brics”, una iniciativa que pretende facilitar el comercio agrícola entre los miembros del bloque y reducir la dependencia del dólar en las transacciones internacionales. La justificación es que la nueva bolsa funcionaría como alternativa a las tradicionales CBOT (Chicago Board of Trade) y KCBT (Kansas City Board of Trade), dos de los principales referentes en el comercio de materias primas agrícolas, ambas con sede en Estados Unidos. La declaración conjunta también prevé el fortalecimiento de la cooperación entre los países del bloque en Investigación y Desarrollo (I+D), con foco en la innovación y la fabricación de maquinaria adaptada a las realidades locales. Por tanto, no sólo China y no sólo soja: la agricultura brasileña está explorando mercados y avanzando en Asia.
Por: Tulio Ribeiro/