Ante las diversas campañas políticas y de desinformación, resulta relevante señalar la importancia del Censo de Población y Vivienda 2024, el cual radica en su capacidad para recopilar información crucial que será fundamental para planificar el futuro del país.
Esta iniciativa histórica coincide con la conmemoración del Bicentenario de Bolivia en 2025 y representa una oportunidad única para entender la dinámica demográfica, social y económica de la nación.
Este no es un censo más. Es el duodécimo conteo poblacional en la historia del país, y se presenta como el más grande y moderno hasta la fecha. Desde el primer censo en 1831, donde se contabilizaron poco más de un millón de habitantes, hasta el último en 2012, con más de diez millones de habitantes, Bolivia ha experimentado transformaciones demográficas significativas. Ahora, en 2024, este censo se erige como una herramienta crucial para comprender la realidad social, económica y demográfica del país.
Se resalta el récord e inédito número de más de 845.000 bolivianos registrados como censistas voluntarios. Esta participación masiva de la ciudadanía refleja un compromiso palpable con el futuro de Bolivia y subraya la importancia que la población otorga a este proceso. Es un momento histórico en el que cada boliviano tiene la oportunidad de contribuir al desarrollo y la planificación del país.
Es fundamental comprender que el éxito del censo no solo depende de la participación de los ciudadanos, sino también de la transparencia y la integridad del proceso. Ante las denuncias de acarreo de gente y otras controversias, es necesario garantizar que el censo se lleve a cabo de manera imparcial y objetiva, sin interferencias políticas ni manipulaciones indebidas. Solo así se podrá obtener una radiografía fiel de la realidad boliviana y diseñar políticas públicas acordes a las necesidades reales de la población.
En este contexto, la confianza en el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en los organismos internacionales que respaldan el proceso del censo es fundamental. La boleta censal, protegida por el secreto estadístico y avalada por expertos, es el instrumento que permitirá recoger la información necesaria para la planificación futura. Es crucial que los bolivianos confíen en este proceso y colaboren activamente con los censistas voluntarios, brindando la información requerida de manera veraz y completa.
El censo no es solo una fotografía estática de la población en un momento dado, sino también una herramienta dinámica que proporciona datos clave para la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo. Con la información recopilada, el Estado y las autoridades locales podrán elaborar políticas más precisas y efectivas, dirigidas a resolver los problemas identificados y promover el desarrollo sostenible en todas las regiones del país.
En última instancia, el éxito del Censo 2024 depende del compromiso y la colaboración de todos los bolivianos. Es una oportunidad para construir juntos un futuro más próspero, equitativo y justo para las generaciones venideras. Que este proceso sea un punto de encuentro y unidad nacional, donde cada ciudadano se sienta parte activa y protagonista del destino de Bolivia.
Mirando hacia adelante, es crucial que los resultados del censo se utilicen de manera efectiva en la formulación de políticas y programas que aborden las necesidades y desafíos identificados. La información recopilada no debe quedarse en un informe archivado, sino que debe traducirse en acciones concretas que mejoren la calidad de vida de todos los bolivianos. Así, el Censo 2024 no solo será recordado como un hito en la historia demográfica del país, sino como el punto de partida para un futuro más próspero y equitativo para todos.