La justicia, mediante el Tribunal de Sentencia 8vo. de Santa Cruz, en el “caso decretazo”, donde está acusado formalmente Luis Fernando Camacho —Gobernador de Santa Cruz detenido legalmente en la cárcel de Chonchocoro por varios delitos—, señaló audiencia de apertura de juicio para el 11/Marzo/2024 horas 13.30.
Conforme a los Arts. 340. IV y 343 del Código de Procedimiento Penal (CPP); los políticos correligionarios de Luis Fernando Camacho imploraban y deseaban que este esté en persona en dicha audiencia, inclusive hicieron celebrar una misa en su Catedral —para ello— el domingo 10/Marzo/2024, queriendo hacer creer que son católicos practicantes y que todo lo que rezan se cumple, al extremo de que en las puertas de dicha catedral gritaron: DIOS LO ESTÁ TRAYENDO AL GOBERNADOR A SU TIERRA; pero no llegó el gobernador a su tierra, y la audiencia fue señalada para el 11/Abril/2024, incumpliéndose dichas imploraciones y deseos, seguramente porque no eran del agrado del ser Supremo, y convirtiéndose los gritos de los golpistas en una mentira más.
Entretanto, las víctimas del nombrado gobernador gritaban: “Camacho, ni plata ni oro, te quedas en Chonchocoro”.
Legalmente, dicha audiencia puede celebrarse de manera presencial y/o virtual —indistintamente—; mejor virtualmente como se llevan a cabo el 100% de dichas audiencias cuando existe peligro de fuga u obstaculización a la justicia, porque no se viola ninguno de los derechos del imputado o acusado, previstos en el Art. 84 del CPP ni en ninguna otra disposición legal.
Levantar el nombre de Dios en vano, creyendo por falta de educación y conocimiento de la leyes que Dios tiene la obligación de estar a favor de las personas que cometen delitos, y solo porque: la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano, el sueño de un modelo de Estado Federal, el rechazo a las leyes económicas sobre créditos internacionales fracasaron —entre tantos otros fracasos—, y porque los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no lo consideran a Luis Fernando Camacho preso político, más bien sugieren su investigación y condena; equivale a cometer blasfemia y pecado, porque se ignora que la Biblia en 1º Timoteo 6.1 dice: “Todos los que están bajo el yugo de la esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina”; en Romanos 2.24 dice: “Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros”; en Apocalipsis 13.6. dice: “Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo”; a la vez es cometer pecado, porque en Romanos 7.7 dice: “¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás”. Por si fuera poco, anteriormente blasfemaron gritando públicamente e inmotivadamente: “Que Dios los vomite a los traidores”; ignorando que el segundo mandamiento de la Ley de Dios dice: “No tomarás el Nombre de Dios en vano”.
Tal realidad muestra al desnudo que el afán de los golpistas es lograr —como sea— la libertad del nombrado gobernador detenido legalmente en Chonchocoro, para lo cual no les preocupa blasfemar, pecar ni cometer delitos de ACOSO POLÍTICO, RACISMO, DISCRIMINACIÓN y otros, como lo demostraron en las sesiones de la Asamblea Legislativa Plurinacional al parecer porque alguien les hace creer o prepara el libreto, que levantando el nombre de Dios en vano volverán a dar un golpe de Estado y serán impunes de todos los delitos que cometieron desde el golpe de Estado de 2019 hasta el presente.
Concluyendo, esos hechos muestran que están embarcados en una campaña de desestabilización a como dé lugar; ignorando que solo la justicia traerá al gobernador a su tierra, cuando cumpla su condena y después de resarcir todos los daños a las víctimas.