El lunes (4), el juez Alexandre de Moraes ordenó el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro (PL). La decisión se debió al incumplimiento de las medidas cautelares, tras la difusión de contenido en redes sociales por parte de aliados y familiares, incluidos sus tres hijos parlamentarios.
Según Moraes, las publicaciones “incitaron a ataques contra el Tribunal Supremo” y apoyaron la intervención extranjera en el poder judicial brasileño. Incluso sin usar directamente sus cuentas, Bolsonaro eludió deliberadamente las restricciones impuestas previamente, manteniendo una “influencia activa en el debate digital”.
The Wall Street Journal explicó a sus lectores estadounidenses que “el Tribunal Supremo de Brasil ha ordenado el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, mientras los principales jueces del país evalúan las pruebas que demuestran que planeó un golpe militar en 2022”. El artículo del WSJ destacó que Bolsonaro fue acusado de “desafiar una orden del Tribunal Supremo que le prohibía usar las redes sociales e incitar a ataques contra la institución”. El Wall Street Journal también citó que “en las últimas semanas, [el presidente estadounidense Donald] Trump ha intentado intervenir a favor de Bolsonaro” y destacó que, tras esto, los tribunales brasileños adoptaron una serie de medidas restrictivas contra el expresidente, como el uso de un brazalete electrónico en el tobillo y la prohibición de que Bolsonaro se acercara a la embajada estadounidense o usara las redes sociales.
El New York Times destacó que “el caso de Bolsonaro está en el centro de la disputa arancelaria del presidente Trump con Brasil”. Según el periódico estadounidense, el expresidente ahora debe permanecer en casa la mayor parte del tiempo y evitar las redes sociales. El periódico también detalló que la decisión de Moraes ordenó a la policía brasileña incautar el teléfono celular de Bolsonaro, restringiendo las visitas a su domicilio únicamente a familiares y abogados. El informe también señaló que “Trump ha calificado el caso contra Bolsonaro, su aliado político, de ‘cacería de brujas’”.
En el Reino Unido, The Guardian informó que Bolsonaro fue puesto bajo arresto domiciliario por, según la sentencia de Moraes, “violar las medidas preventivas impuestas ante la preocupación de evitar el castigo por un presunto intento de golpe de Estado”. El periódico citó la sentencia: “Utilizar las redes sociales de aliados para compartir mensajes que contienen ‘claras incitaciones y exhortaciones a atacar al Supremo Tribunal Federal, y apoyo explícito a la intervención extranjera en el poder judicial brasileño’”.
Reuters informó sobre las restricciones a las que se enfrenta Bolsonaro, que incluyen la prohibición del uso del teléfono celular, “directamente o a través de terceros”, así como visitas limitadas a abogados y familiares. La BBC destacó que Bolsonaro “niega las acusaciones de haber planeado un golpe de Estado”, señalando, además, que el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, incluso puso a su padre en altavoz para hablar con los manifestantes en Río de Janeiro durante las protestas de este domingo (3). Al Jazeera informó que Bolsonaro fue puesto bajo arresto domiciliario mientras enfrenta cargos por intentar anular las elecciones de 2022, ganadas por su oponente de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva. La Agencia France-Presse enfatizó la sección del fallo de Moraes que indica que los tribunales no aceptarían ser tratados como un tonto, y Associated Press informó que la fiscalía brasileña acusa a Bolsonaro de liderar una organización que planeaba no solo anular el resultado electoral, sino también asesinar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y a un juez del Tribunal Supremo.
Todo este proceso está llevando a Brasil a una mayor división y a perder su camino hacia el desarrollo a través del trabajo. El partido gobernante celebra su ambición de ganar las elecciones de 2026, mientras que la oposición se hace la víctima, capitalizando los índices de desaprobación del gobierno de Lula. La verdad nos muestra la fuga de capitales. Un aumento arancelario ahuyenta a los extranjeros y la bolsa brasileña pierde 6 mil millones de reales en un mes. El líder del Partido de los Trabajadores en la Cámara de Diputados, Lindbergh Farias (RJ), declaró en su perfil X (anteriormente Twitter) que la medida es “proporcional a la gravedad de las acciones de Bolsonaro”. Según el miembro del Partido de los Trabajadores, el exjefe del Poder Ejecutivo había reincidido “deliberadamente”, se había burlado de las autoridades judiciales y continuado actuando contra el Estado de derecho democrático. El senador Flávio Bolsonaro (PL-RJ), hijo del expresidente Jair Bolsonaro (PL), declaró este miércoles que la decisión del juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes de ordenar el arresto domiciliario de su padre es un “acto de cobardía” y una “aberración jurídica”. Brasil sigue sumido en una disputa interna.
Por: Tulio Ribeiro/