¿Ser socio global de la OTAN? Un recorrido por la Organización del Tratado del Atlántico Norte. El pedido de Argentina durante la década del ‘90. La ocupación en las Islas Malvinas por parte de Reino Unido. Opinan para este artículo los exministros de Defensa argentinos Jorge Taiana y Agustín Rossi.
ARGENTINA, ¿MIEMBRO DE LA OTAN?
Mientras por los últimos días, a nivel local, la Argentina exhibió una de las imágenes más obscenas: el presidente diciendo, en un foro de empresarios realizado en el sur, que quienes fugan dinero son héroes que han escapado de las garras del Estado; el país, en materia de relaciones internacionales, evidencia una suerte de luna de miel con Occidente.
Entre otros elementos, Javier Milei ya marcó su alineación con Israel en medio de una escalada en Oriente Medio. Pero, el recuento de algunos sucesos de las últimas semanas corona una línea de acción de subordinación bien marcada: la general y jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, visitando la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la visita del jefe de la CIA, William Burns; el viaje de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a Norteamérica a las instalaciones del FBI; la firma del contrato para adquirir de Dinamarca 24 aviones cazas F-16 estadounidenses usados; la transmisión del himno yanqui por cadena nacional; un “comité de crisis” creado por el ataque de Irán a Israel; las palabras del embajador de Israel a la sociedad argentina a través de una conferencia de prensa.
En este marco, Milei solicitó el ingreso de Argentina a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Lo comunicó el ministro de Defensa, Luis Petri, quien presentó una carta de pedido de incorporación como “socio global” y se reunió en el cuartel general de esa organización en Bruselas, Bélgica, con su secretario general adjunto, Mircea Geoana.
“Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, sostuvo Petri luego de la reunión. Además, según comunicó el Gobierno argentino, buscan “reforzar el vínculo con la OTAN para el desarrollo de operaciones de paz”, “robustecer el control del ámbito marítimo y mejorar capacidades cibernéticas”.
Por su parte, Geoana sostuvo que “es un gran placer dar la bienvenida al ministro de Defensa Petri a la sede de la OTAN” y aseguró que “Argentina desempeña un papel importante en América Latina”.
Durante su paso por Bruselas, el ministro de Defensa también se reunió con Javier Colomina Piriz, secretario general adjunto para Asuntos Públicos y Política de Seguridad de OTAN, a quien el argentino habría presentado las propuestas de Argentina para “explorar temas de mutuo interés, como lo son la seguridad marítima y reforzar el diálogo estratégico de seguridad”.
OTAN: PERIODOS Y ALIANZAS
La OTAN es un organismo que nació en 1949, al tiempo de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial. Sus 12 fundadores, con Estados Unidos a la cabeza, se disponían a “protegerse” unos a otros a través del Artículo 5, que establecía que, frente al ataque a alguna de las naciones que conformaban la organización, todas se unificaban para repeler al enemigo.
Esta organización, que se rige por el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949, constituye entonces un sistema de defensa colectiva. Sin embargo, como contracara de ese postulado, podría decirse que en el último cuarto de siglo, han utilizado su poderío militar para ir contra algunos Estados, como Afganistán (2001) y Libia (2011), así como aunando las fuerzas de su alianza en lo que fueron los bombardeos sobre Yugoslavia (1999).
En pleno periodo de Guerra Fría, el desarrollo y expansión del comunismo, con la Unión Soviética (URSS), era para este bloque una amenaza. La confrontación bipolar habita el contexto de un tramo de tiempo que la misma OTAN sitúa entre 1949 y 1991. Después de la caída del muro de Berlín se reorienta el alcance y la relación con otros países, acogiendo nuevos miembros incluso por fuera de la región previamente abarcada. Luego del 11 de septiembre de 2001, la OTAN invoca por primera y única vez el Artículo 5. Lo hace Estados Unidos y logra que los miembros colaboren en la guerra con Afganistán.
En cada uno de esos periodos, nuevos países fueron incorporándose a la organización transatlántica, y hoy son 32. Al mismo tiempo, la OTAN generó acuerdos con otros países no miembros de la Alianza y asociaciones en otras regiones, como la Asociación para la Paz, el Diálogo Mediterráneo o la Iniciativa para la Cooperación de Estambul. La categoría de “socio global” la detentan 15 países, entre ellos, Colombia, el único latinoamericano, así como Afganistán, Australia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.
Ser socio global de la OTAN no significa ser miembro de la organización, pero se supone que tiene “privilegios de cooperación” por parte de los países miembros de la alianza en el área de equipamiento, formación e investigación hacia los países que conforman este grupo como si fuesen miembros.