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Mahmoud Elalwani

El impacto positivo del reconocimiento europeo al Estado de Palestina

La decisión de España, Irlanda, Noruega y Eslovenia de reconocer a Palestina como Estado soberano tiene un impacto positivo y constituye un fuerte apoyo a la posición legal de Palestina en la escena internacional y mejora sus posibilidades de obtener un reconocimiento pleno en las Naciones Unidas. 

Israel continúa por noveno mes consecutivo con el crimen de genocidio contra el pueblo palestino y, aunque no existe ninguna justificación para cometer genocidio en cualquier lugar y contra ningún pueblo, es un hecho que está atacando a toda la población civil, pero especialmente a niños, mujeres y ancianos. No hay duda de que las medidas provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia que pedían explícitamente el cese inmediato del ataque militar no han sido eficaces para detener este genocidio, Israel insiste en continuar con sus ataques contra los palestinos mostrando un completo desprecio al tribunal y sus órdenes, además de continuar con sus graves violaciones del derecho internacional, incluido el derecho humanitario y de derechos humanos, de todas las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y de todos los llamamientos globales para detener este ataque.

Es irónico y una contradicción que el Estado de Israel, que dice ser judío y que fue sometido al Holocausto, pase de ser víctima a convertirse en verdugo de los palestinos y que sean estos quienes paguen el precio por lo que Europa Occidental hizo a los judíos cuando vivían en sus sociedades. Los palestinos fueron desarraigados de su país, asesinados y mutilados, y actualmente somos testigos de una limpieza étnica, del castigo colectivo y del genocidio en un Estado de apartheid.

Una de las principales razones de la crisis actual es la falta de adopción de una postura firme hacia el Estado de ocupación israelí y la incapacidad de la comunidad internacional para disuadir a dicha entidad. Israel se refugia en los Estados Unidos y ello supone una fuerte barrera a cualquier acción contraria a Israel. Lo más sorprendente es que, tal y como han anunciado algunos medios occidentales, la Cámara de Representantes estadounidense tenía la intención de votar sobre la imposición de sanciones contra los jueces de la Corte Penal Internacional por su actuación ante la emisión de la condena contra varios líderes israelíes, encabezados por Netanyahu.

El Consejo de Seguridad debe actuar de conformidad con sus deberes y cumplir con sus responsabilidades jurídicas y humanitarias, debe poner fin urgentemente a la guerra genocida en Gaza, que hasta ahora ha provocado la muerte de más de 37 mil ciudadanos palestinos y herido a más de 84 mil palestinos, la mayoría de los cuales son niños y mujeres.

Este conflicto que dura muchos años no ha sacudido la conciencia de toda la comunidad internacional, se trata como si fuera un conflicto regional, como un conflicto entre dos pueblos, como si estuvieran peleando por la misma tierra. Los palestinos no se disputan la tierra, ¡están en su tierra! Los sionistas son intrusos, han venido a apoderarse de nuestra tierra. No es un conflicto entre dos pueblos por tierras que ambos poseen. Israel es el ocupante que ha invadido nuestras tierras. El proyecto sionista ha sido apoyado por la comunidad internacional y, por lo tanto, la comunidad internacional debe asumir la responsabilidad de sus decisiones y políticas hacia Palestina.

Poner fin al conflicto y restaurar la calma en la región de Oriente Medio está relacionado principalmente con la cuestión palestina y debe terminar con una solución justa del conflicto. La dificultad del asunto radica en la intransigencia y arrogancia del gobierno de ocupación israelí, que planea poner fin a la causa palestina masacrando y desplazando a los propietarios de las tierras. Acabar con la brutal ocupación israelí y establecer un Estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital es un requisito legal, moral y político indispensable para lograr la estabilidad, la seguridad, la prosperidad y la coexistencia pacífica entre los pueblos de la región. Es necesaria una solución política de este conflicto sobre la base de una solución de dos Estados que permita satisfacer las necesidades de seguridad de Israel, por un lado, y las aspiraciones de los palestinos de establecer su Estado, por otro.

De ahí el creciente reconocimiento del Estado de Palestina que debe traducirse sobre el terreno en medidas prácticas que obliguen a Israel a adherirse a la legitimidad internacional y a las normas del derecho internacional pertinentes. El reconocimiento europeo del Estado de Palestina avergonzará a algunos estados de la comunidad internacional y los empujará a alcanzar el pleno reconocimiento internacional del Estado de Palestina, lo que es un punto de inflexión que también puede conducir al fin de la guerra en la Franja de Gaza.

Palestina no debe ser utilizada como herramienta en un conflicto global. Sí, un conflicto así podría conducir a una guerra regional y podría arrastrar a una guerra mundial.


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