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Wilma Condori Choquehuanca

La educación técnica tecnológica como motor del desarrollo rural y su desafío a la inserción laboral

La educación superior de Formación Profesional de los Institutos Técnicos Tecnológicos, del Estado Plurinacional de Bolivia, es la fuerza innovadora del país. En sus aulas y talleres, cada año se forman hombres y mujeres con talento y profesionalización que buscan aportar a la reactivación económica y al desarrollo productivo del país. Para ello los institutos técnicos tecnológicos localizados en regiones rurales contribuyen al desarrollo de emprendimientos productivos en beneficio de los pobladores, creando espacios de recuperación, generación y recreación de conocimientos y saberes, expresados en el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación, desde una perspectiva intra e intercultural.

La inserción laboral de profesionales técnicos superiores del área rural, puedan ser parte de un empleo o iniciar su propio emprendimiento productivo que contribuya al desarrollo económico y social de sus comunidades de origen, entendiendo a la inserción laboral como un proceso por el cual una persona encuentra y mantiene un empleo adecuado a sus habilidades y capacidades.

La educación para la permanencia, una política educativa del Estado Plurinacional de Bolivia, busca que los estudiantes, después de graduarse, retornen a sus lugares de origen y contribuyan al desarrollo de sus comunidades. Entendiendo al retorno como una responsabilidad social y un compromiso con el desarrollo de las comunidades de origen. Sin embargo, la realidad actual presenta desafíos.

Si bien la educación para la permanencia tiene un gran potencial, existen diversos factores que la alejan de la realidad actual de los nuevos profesionales técnicos superiores. En el caso de los profesionales  del área rural, la inserción laboral es un desafío importante, ya que se enfrentan a una serie de barreras, como la falta de oportunidades laborales en el área rural debido a la aún baja inversión en los sectores productivos, la falta de articulación entre la formación técnica superior y las necesidades del mercado laboral y ante todo la falta de capital y recursos para iniciar un emprendimiento.

La educación técnico-tecnológica requiere mayor atención y una búsqueda activa de estrategias para fomentar y apoyar los emprendimientos productivos. Es fundamental que el gobierno central, los gobiernos autónomos departamentales y los gobiernos autónomos municipales se alíen con instituciones y/o cooperaciones que compartan el mismo objetivo de  la educación ya encaminada por el Estado.

Los Gobiernos Autónomos Municipales, donde se encuentran los Institutos Técnicos y Tecnológicos, tienen un rol fundamental en el desarrollo rural a través de la educación superior. Es vital que estos gobiernos apuesten por coadyuvar a los profesionales técnicos superiores de su jurisdicción con el fin de promover la educación productiva en espacios rurales, generar economía comunitaria en función a las potencialidades y vocación productiva de cada municipio y obtener resultados que favorezcan a su propio municipio para mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Al invertir en la inserción laboral de los profesionales técnicos superiores del área rural, Bolivia puede construir un futuro más próspero y sostenible para sus comunidades. Este esfuerzo conjunto es esencial para alcanzar el desarrollo integral del país.


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