Los políticos de la derecha fascista neoliberal, por su desesperación de sacar al MAS-IPSP del gobierno, anuncian su derrota en las elecciones generales 2025 gritando: ¡Privatizaremos todas las empresas estatales!, ¡Los collas deben irse de santa cruz!, ¡Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista!, ¡La wiphala no nos representa!, ¡Haremos desaparecer al Estado Plurinacional!, ¡Federalismo sí o sí!, ¡Pondremos en libertad a Fernando Camacho, Jeanine Añez y todos los presos políticos! —entre otros—, basados en mentiras sistemáticamente difundidas por los guerreros digitales, las redes sociales y la industria de la desinformación, aplicando lo que Joseph Goebbels asesorando a Adolf Hitler decía: “Miente, miente, miente, que algo quedará; cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá”, para manipular al pueblo y estafarlo políticamente. Al respecto, el adagio popular dice “El pez muere por la boca”.
Privatizar todas las empresas estatales, creyendo que el Estado es mal administrador y sabiendo que las sugerencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) están basadas en viejas recetas que fracasaron y van en desmedro del pueblo, equivale a entregar nuestras materias primas a las empresas transnacionales como hicieron durante 180 años, y volver a aplicar el D.S. 21060 de 1985 que relocalizó a miles de humildes trabajadores bolivianos. Consiguientemente, ese grito antipatriótico anuncia claramente la derrota de dichos políticos que no quieren a Bolivia y se oponen a su industrialización.
Los gritos racistas y discriminatorios: ¡Los collas deben irse de Santa Cruz!, ¡Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista! y ¡La wiphala no nos representa!, creyendo que Santa Cruz de la Sierra da de comer a Bolivia y no le debe nada al país. Es ignorar que SANTA CRUZ YA ES MASISTA, porque más o menos el 90% de sus habitantes son collas —indios o indias, dicen ellos— que trabajan día y noche desde 1950 para que Santa Cruz sea la locomotora de Bolivia, y festejan orgullosamente con ponchos y polleras las fiestas departamentales y patronales en el Cambódromo. Y así, no vale nada que Gary Añez creyéndose patrón le haya dicho a Tuto: “Te entrego a mi pueblo”. Por esos gritos, tales políticos serán derrotados en las elecciones, recibiendo el castigo del voto; sin duda alguna.
Los gritos de ¡Haremos desaparecer al Estado Plurinacional! y ¡Federalismo sí o sí!, mintiendo que el federalismo solucionará los problemas del centralismo; violan la UNIDAD del Estado Plurinacional prevista en Art. 1 de la Constitución Política del Estado basada en el pluralismo de los pueblos indígenas, originarios y campesinos; además constituye delito de “SEPARATISMO” tipificado en el Art. 129 bis del Código Penal sancionado con privación de libertad de 30 años sin derecho a indulto. Así se ve que tales políticos son vulgares politiqueros demagogos dispuestos a violar las leyes. Bolivia no necesita esa clase de políticos, que prometiendo todo con mentiras quieren estafar al pueblo boliviano.
El grito ¡Pondremos en libertad a Fernando Camacho, Jeanine Añez y todos los presos políticos! muestra que se creen todopoderosos y están dispuestos a violar todas las leyes y a anular los procesos legales contra los delincuentes que cometieron graves delitos durante el golpe de Estado de 2019 y gobierno de facto de Jeanine Añez, para que queden en la impunidad despreciando a sus víctimas; grito que constituye conducta delictiva y antipatriótica. Felizmente, la mayoría del pueblo boliviano que respeta las leyes y clama justicia pide aplicar la ley y nada más que la ley, para que ningún delincuente quede impune.
En consecuencia, los políticos de la derecha fascista y neoliberal que gritaron las estupideces referidas literalmente se mataron por su boca, porque no saben lo que significan sus gritos y porque su estrategia política es la más absurda —desde todo punto de vista—; con esos gritos no ganarán las elecciones generales de 2025 ni las próximas de nuestra vida democrática. Quizás ello ya lo sepan, por lo mismo dicen que habrá fraude en las elecciones del 2025 —solo sabiéndose perdedores se puede hablar de ese fraude—, como lo hicieron en las elecciones de 2019 gritando ¡Fraude monumental! para dar el golpe de Estado e instaurar al gobierno de facto de Jeanine Añez, donde se cometieron delitos que aún quedan impunes. Pero la mayoría del pueblo boliviano que se da cuenta de ello presiente que tales gritos favorecen al MAS-IPSP y al Estado Plurinacional.
Añadiendo el festejo por los 16 años del Estado Plurinacional de Bolivia, realizado el 22/I/2025 por los aymaras, quechuas y tupi guaraníes, que son del MAS-IPSP y constituyen el 90% del pueblo boliviano, no hay duda de que los políticos minoritarios de la derecha fascista neoliberal anunciaron inequívocamente su derrota en las elecciones generales de 2025 y recibirán el “voto castigo”, y por el bien de la Patria deberían unirse al MAS-IPSP, el partido más grande de Bolivia, para vivir en paz y festejar el Bicentenario sin marchas, paros, bloqueos, pedidos de renuncias ni amenazas de golpe de Estado.
Por: Armando Aquino Huerta
