Contexto
Luego de 18 años de dictaduras militares, recuperada la democracia (10 octubre, 1982) con el gobierno izquierdista de la Unidad Democrática y Popular (UDP), asumieron la presidencia (1982-1986) Hernán Siles Zuazo, del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), y Jaime Paz Zamora, del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR); viéndose obligados a reducir su mandato presidencial en un año (a 1985) por la presión de la oposición política a su gobierno.
Los nuevos mandatarios electos (1985-1989) fueron: Víctor Paz Estenssoro y Julio Garret Ayllón del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), quienes dieron inicio al periodo de gobiernos neoliberales que duraron 20 años (1985-2005).
El movimiento popular liderado por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) había sido vencido en las dos últimas movilizaciones mineras: las Jornadas de Marzo (1985) y la Marcha por la Vida (1986). La izquierda que enfrentó a las dictaduras militares (1964-1982) quedó fragmentada y desaparecida en su accionar político.
La implantación del modelo económico del gobierno, regido por el Decreto Supremo 21060 (1985), dio lugar a la relocalización de alrededor de 30 mil trabajadores mineros, quienes se vieron obligados a migrar en busca de nuevas alternativas laborales; la mayor cantidad de ellos y sus familias se asentaron en la ciudad de El Alto-La Paz y la provincia Chapare-Cochabamba.
El departamento de Cochabamba cuenta con 16 provincias: Chapare, Cercado, Arani, Arque, Ayopaya, Bolívar, Campero, Capinota, Carrasco, Esteban Arce, Germán Jordán, Mizque, Punata, Quillacollo, Tapacarí y Tiraque. La provincia Chapare cuenta con tres municipios: Villa Tunari, Sacaba y Colomi.
Masacre de Villa Tunari
El 11 de enero de 1986, el Gobierno presentó el Plan Trienal de Lucha contra el Narcotráfico en convenio con Estados Unidos; este plan determinaba la interdicción y erradicación de la coca excedentaria, buscando reducir el precio de la hoja de coca, la erradicación forzosa de cultivos ilegales y prohibir nuevas áreas de producción. Su implementación estuvo acompañada con la militarización de las zonas productoras de la hoja de coca —especialmente en el Chapare—, inspirados en la doctrina de la seguridad nacional, sancionando el cultivo y consumo de la hoja de coca, como sinónimo de narcotráfico.
Los cocaleros se movilizaron en contra de este plan trienal y el anuncio de una Ley 1008, como resultado murieron dos campesinos y varios cocaleros detenidos; firmaron un acuerdo con el Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y las federaciones de productores de coca, donde el Gobierno se comprometía a tratar la hoja de coca fuera del régimen de sustancias controladas y la implementación del Plan Integral de Desarrollo y Sustitución de Cultivos (PIDYS).
Ante el incumplimiento gubernamental de los convenios suscritos, los cocaleros volvieron a movilizarse desde mayo de 1988. La Masacre de Villa Tunari sucedió el 27 de junio de 1988, cuando la UMOPAR (Unidad Móvil de Patrullaje Rural) y la DEA (Drug Enforcement Administration) arremetieron contra los movilizados en Villa Tunari, el resultado fue 12 muertos, centenares de heridos y varios detenidos.
El 19 de julio de 1988 se promulgó la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, más conocida como Ley 1008, en el marco de la guerra a las drogas impulsada por Estados Unidos y apoyada por el Gobierno; las movilizaciones en contra continuaron, ahí nació la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
La vanguardia revolucionaria se trasladó al Chapare desde donde se combatió al neoliberalismo sufriendo persecución, cárcel y violaciones a las mujeres cocaleras; el liderazgo de Evo Morales empezó en esas duras luchas en contra de las imposiciones de Estados Unidos y gobiernos sumisos que acataban sus mandatos.