Se cumplen 20 años desde que Néstor Kirchner asumió la presidencia de la nación argentina, un desafío de varios frentes en un país sin rumbo, después de De la Rúa y la sucesión de presidentes volátiles en la brevedad del tiempo, y de Eduardo Duhalde, quien trató de recomponer la vida institucional del país y llamar a elecciones.
Néstor Kirchner, gobernador de Santa Cruz, surge como candidato a la presidencia de la nación y con apenas el 21% de los votos asume la presidencia para enfrentarse a un precipicio de problemas, como la deuda externa, el desempleo, las asignaturas pendientes sobre los derechos humanos, la debacle económica del corralito, que el pueblo enfrentó con creatividad como las asambleas barriales, los trueques, las fábricas recuperadas y la cultura callejera.
Muchos pensaron que sería un gobierno de transición, hasta calmar las tensiones políticas y económicas provocadas por el corralito y la situación social.
Néstor no buscó paliar los problemas, los enfrentó y buscó impulsar políticas sociales, combatir el desempleo, generar confianza en el pueblo y trabajó en la unidad con países latinoamericanos como la Unasur, siendo su primer presidente y buscando la unidad y defensa de la democracia. Asumió como política de Estado la defensa de los derechos humanos, derogando el indulto y abriendo juicios a los militares responsables de crímenes de lesa humanidad.
Se producen momentos de fuerte tensión con la cúpula de las Fuerzas Armadas: cuando ordena bajar los cuadros de los dictadores en los espacios públicos y transforma la ESMA, centro de detención donde se torturaba y mataba a prisioneros y prisioneras, y se entregaban bebés nacidos en cautiverio a familias de militares.
A ese centro del terror y muerte, Néstor lo transformó en centro para la vida y memoria del pueblo, para hacer realidad el NUNCA MÁS.
Hoy muchos edificios de la ex ESMA están destinados a la Memoria, Verdad y Justicia; allí trabajan organismos de derechos humanos y la Secretaría Nacional de Derechos Humanos.
Kirchner enfrentó la política de Estados Unidos para América Latina, que quería imponer el ALCA; apoyado en la rebelión de pueblos y gobiernos se opuso, y junto con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el encuentro de Jefes de Estado, convocaron a manifestaciones multitudinarias en el estadio mundialista de Mar del Plata, para mandar el ALCA ¡¡al carajo!!
Tuvo la voluntad y decisión de terminar las relaciones con el FMI y su política de intervencionismo en el país, terminando con una deuda externa inmoral e injusta, que el gobierno de Mauricio Macri incrementó para favorecer el capital financiero y salvar bancos, no al pueblo.
Entre muchos otros avances y políticas sociales del gobierno de Néstor Kirchner, está también el haber puesto en primer plano el reclamo de la soberanía de las Islas Malvinas, ese enclave colonial británico en pleno siglo 21.
O su preocupación por regularizar la situación de las trabajadoras domésticas, entre otros sectores sociales que reclamaban sus derechos laborales.
Néstor Kirchner sembró tierra fértil con la doctrina peronista y sus aportes en la construcción de nuevos horizontes.
Dejó bases que Cristina viene profundizando en bien de nuestro pueblo. Néstor partió, pero permanece en la memoria y el compromiso por un país de iguales en dignidad y derechos.
* Premio Nobel de la Paz.