BYD inaugurará la fábrica que la compañía está construyendo en Camaçari, Bahía, el 26 de junio, según anunció el miércoles (28) el vicepresidente de BYD en Brasil, Alexandre Baldy.
Los comentarios se realizaron durante un evento de BYD para el lanzamiento de la nueva línea del vehículo utilitario deportivo híbrido Song Plus, según el fabricante chino de vehículos eléctricos. El centro automotriz de BYD en Bahía, cuyas inversiones se estiman en R$3 mil millones, ha enfrentado varios contratiempos, desde el acuerdo para adquirir el terreno (anteriormente propiedad de Ford) hasta retrasos en la entrega de maquinaria. Este mes, el secretario de Trabajo del estado de Bahía, Augusto Vasconcelos, informó que la fábrica del fabricante de automóviles estará en pleno funcionamiento a finales de 2026 y que, para finales de este año, la unidad debería comenzar a producir automóviles a partir de kits semiacabados. Según información del gobierno federal, el fabricante de automóviles prevé producir 150.000 vehículos para finales de 2025 y alcanzar los 300.000 al año para finales de 2026.
Este proceso se centra en la tecnología y la sostenibilidad. BYD planea producir modelos eléctricos compactos y SUV, además de desarrollar baterías de última generación para vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía. La fábrica implementará procesos que priorizan la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental, en línea con los objetivos de Brasil de reducir las emisiones de carbono y fomentar la movilidad limpia. Además de contribuir a la economía local, la unidad de Bahía refuerza el compromiso de la compañía con el desarrollo tecnológico y la innovación, áreas en las que BYD ha invertido fuertemente a nivel mundial, consolidándose como referente en soluciones de energía limpia.
La inauguración de la fábrica de BYD forma parte de una agenda más amplia de cooperación bilateral entre Brasil y China, especialmente en el sector automotriz. China es actualmente el principal socio comercial de Brasil y ha estado expandiendo su presencia en segmentos estratégicos, como vehículos eléctricos, baterías e infraestructura para energías renovables. Así impulsa la alianza Brasil-China el sector del automóvil eléctrico.
La creciente demanda de vehículos eléctricos en Brasil, impulsada por políticas de incentivos y conciencia ambiental, crea un escenario favorable para las inversiones chinas, que combinan tecnología de vanguardia con producción local. El nuevo polo industrial debería tener un impacto positivo en la economía de Bahía y de Brasil, generando empleos, capacitando a la fuerza laboral e impulsando la innovación tecnológica. Para Brasil, la fábrica representa un paso importante en la transición hacia una matriz energética más limpia y en el fortalecimiento del parque industrial nacional. En otras palabras, genera un impacto económico y social. BYD reafirma su estrategia de expansión en Latinoamérica y su liderazgo en la revolución de los vehículos eléctricos. Se espera que, en los próximos años, la producción local contribuya a que los vehículos eléctricos sean más accesibles para los consumidores brasileños y aumente la competitividad del país en el mercado global de tecnologías verdes.
En conclusión, la cooperación entre Brasil y China en el sector de la automoción eléctrica, consolidada por iniciativas como esta, es un claro ejemplo de cómo las alianzas internacionales pueden acelerar el desarrollo sostenible e impulsar la innovación industrial, beneficiando a la sociedad en su conjunto. Esto significará que contaremos con dos nuevas unidades en el mundo. BYD también está construyendo una gigantesca fábrica en China, que se espera sea la más grande del mundo en la producción de coches eléctricos. La nueva fábrica en Zhengzhou tendrá una superficie de 130 km², más grande que París. Una vez finalizada, la fábrica tendrá capacidad para ensamblar un millón de vehículos al año. La fábrica es un ambicioso proyecto que incluye una ciudad planificada con viviendas, escuelas, comercios, hospitales y otras infraestructuras. La fábrica en Brasil, en Camaçari, Bahía, será una gran promesa de creación de empleo, con una previsión de 1.200 empleos directos y 5.000 indirectos, además de inversiones en educación y desarrollo de talento. Todo este conglomerado debería contribuir a la demanda de litio en Sudamérica, concentrada en las reservas de Bolivia, Argentina y Chile. En definitiva, es otra vía hacia la integración productiva en el continente.
Por: Tulio Ribeiro/