Termina un cabildo que ha dejado más de un análisis desde diversas perspectivas; lo último depende desde qué lado de la orilla lo mires. Obviamente, desde la versión de la derecha, quienes ven con mucha risa cómo Evo se va destruyendo solo, van más allá de si hubo uno o dos millones (algo con lo que concuerdo) y plantean algunos aspectos que otros compañeros ya abordaron. Esto lo complemento con algunas ideas en la presente columna.
El cabildo está replanteando una nueva agenda que dio inicio y origen al Proceso de Cambio, en su momento llamada la Agenda de Octubre, puesto que en el punto es muy tácito en lo referente a “conformar una comisión política transitoria, constituida por las organizaciones sociales y sindicales del pueblo boliviano para la elaboración de una tesis política que defina en consenso el horizonte político de nuestra patria Bolivia, incluyendo una agenda de gobierno del Vivir Bien hacia el bicentenario, y un programa de gobierno del Vivir Bien postbicentenario”.
Así también resalta y confirma quiénes son los dueños del Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), algo que planteábamos sobre la paradoja del barco de Teseo en columnas anteriores y que denota que no están en la línea de dejar que ni el proyecto político, ni la sigla sean de propiedad del compañero Evo Morales.
De las disertaciones, una buena parte de las mismas cuestiona el culto a la personalidad (no de manera directa en varios casos, pero en otros frontalmente), que increpa a Evo Morales sobre el rol que está cumpliendo actualmente y cómo está desgastando él mismo su imagen.
El documento entregado al finalizar el Cabildo muestra que no es un texto, como algunos señalaron, “elaborado por el Gobierno”, ya que plantea cambios de autoridades, congresos de salud, educación, etcétera. Convirtiéndose en algo así como un “pliego petitorio” lanzado por parte de las organizaciones sociales.
Al margen de lo que esto pueda entenderse, señala algo que habíamos olvidado en los 14 años del Proceso de Cambio: el análisis de coyuntura y el rol político que tienen las organizaciones sociales. Puesto que al ser ellas quienes increpan, debaten y plantean conformar un espacio de diálogo conjunto a través de gabinete social asumen un rol activo dentro de lo que son problemáticas no únicamente sectoriales, sino generales, como el tema de la justicia, el rol poco o nulo de la Asamblea Legislativa, el accionar del Tribunal Electoral, etcétera, que muy posiblemente sean los nuevos ejes de la agenda y nueva tesis que desean llevar adelante.
Al documento le faltó hacer énfasis en la consolidación de su condición de clase e internacionalismo. Esto aunque parece minúsculo es muy importante, ya que al no adueñarse de las consignas antiimperialistas, anticolonialistas, desde el “ala radical” de manera muy fácil podrían señalar que son un “lumpen proletariado”, que únicamente apoyan al poder de turno sin tener presente su condición de clase. Además de ello, sin declarar su carácter antiimperialista e internacionalista.
La crisis interna del MAS, que efectivamente puede traducirse en una futura derrota electoral si el compañero Evo sigue con su intención de ser el único protagonista, indica una cosa que es muy sana: la participación política de las organizaciones sociales dentro de las decisiones gubernamentales. Ya no solo con un carácter receptor de proyectos y bonos, sino con propuestas claras dentro de lo que debe ser cambiado y que lamentablemente e involuntariamente (quiero pensar) fuimos responsables de crear en 14 años de Proceso de Cambio (referéndums, repostulaciones, elecciones judiciales, etcétera).
Son tiempos nuevos, en los que debe priorizarse el horizonte antiimperialista sin dejar de lado el internacionalismo, que actualmente es más que necesario.