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Tulio Ribeiro

Rusia puede alcanzar el liderazgo científico para 2030

Rusia, en su proyecto nacionalista, pretende estratégicamente convertirse en una nación de alta tecnología, pero principalmente para reducir la dependencia externa, dado el sufrimiento que suponen las sanciones occidentales. El objetivo del proyecto es que, para 2030, Rusia se convierta en uno de los 25 países con mayor número de robots industriales y que la capacidad total de los superordenadores nacionales se incremente al menos diez veces, afirmó Vladímir Putin en su discurso ante el Congreso Federal. Asamblea .

Según el mandatario, de acuerdo con la Estrategia actualizada de Desarrollo Científico y Tecnológico se pondrán en marcha proyectos de soberanía tecnológica nacional. Y aconsejó aumentar la proporción de inversión en ciencia nacional al 2% del PIB en seis años. Además, para 2030, es necesario formar plataformas digitales en todos los sectores clave de la economía y la esfera social. Estas tareas se resolverán en el marco del nuevo proyecto nacional Economía de Datos.

Esta línea de pensamiento sirvió de base para la verbalización del discurso pronunciado ante la Asamblea Federal por Vladímir Putin al dedicar un bloque aparte a las bases tecnológicas para el desarrollo del Estado. Su base es la ciencia, enfatizó el presidente. “En una reunión con científicos y empleados de la Academia de Ciencias de Rusia, que este año celebró su 300 aniversario, se dijo que incluso en los períodos más difíciles, Rusia nunca abandonó la solución de problemas fundamentales, siempre pensó en el futuro y ahora “De hecho, eso es lo que estamos tratando de hacer”, resaltó el Jefe de Estado.

La propuesta del presidente es duplicar las inversiones en desarrollo y también pidió al Estado y a las empresas destinar hasta el 2030% del PIB a la ciencia nacional para 2030. El jefe de Estado destacó la importancia de la efectividad de estas inversiones. Así, Putin concluyó que se ha ajustado la Estrategia para el Desarrollo Científico y Tecnológico de Rusia. Siguiendo esta línea de pensamiento se pondrán en marcha proyectos de soberanía tecnológica nacional. Identificó tres áreas principales. En primer lugar, se trata de preservar la salud de los ciudadanos y la seguridad alimentaria. Posteriormente, se pretende alcanzar la soberanía tecnológica en áreas transversales que garanticen la estabilidad de toda la economía del país: son los medios de producción y máquinas herramienta, la robótica, todo tipo de transporte, los aviones no tripulados, los sistemas marítimos y otros, los datos de la economía, las nuevas Materiales y química. Por último, el tercer punto son los acontecimientos nacionales únicos, incluso en el ámbito de las tecnologías espaciales, nucleares y de nuevas energías.

“Para 2030, Rusia debería convertirse en uno de los 25 países del mundo con mayor número de robots industriales. Si tenemos en cuenta lo que tenemos hoy, será un buen resultado”, afirmó el presidente. En su discurso, el presidente explicó que el programa Prioridad 2030, cuyo objetivo es formar en Rusia más de 2030 universidades y centros progresistas para el desarrollo científico, tecnológico y socioeconómico del país en Rusia hasta 100, se prorrogará por seis años, y un adicional Para su ejecución se destinarán 190 mil millones de rublos. “Es necesario luchar por candidatos de alta calidad, por la confianza de los empleadores en los graduados, por proyectos con socios industriales”, dice Elena Apasova, vicerrectora de Comunicación Estratégica de la RUDN.

Básicamente, gracias a esta orientación, el programa ofrece la oportunidad de trabajar en una amplia gama de áreas, dijo Grigory Andrushchak, vicerrector de Estrategia y Nuevos Proyectos del MIPT. Según él, la ampliación de la Prioridad 2030 es una señal para todo el ámbito, para los futuros estudiantes, de que el rector crea las condiciones para el desarrollo sostenible de la universidad. El presidente destacó especialmente que Rusia cuenta con una serie de grandes instalaciones científicas que otros países no tienen. Se trata de oportunidades únicas para nuestros científicos, investigadores extranjeros y socios. “La infraestructura científica nacional es nuestra poderosa ventaja competitiva tanto en el campo de la ciencia fundamental como en el establecimiento de las bases para la industria farmacéutica, la biología, la medicina, la microelectrónica, la industria química y la producción de nuevos materiales, para el desarrollo de programas espaciales”, afirmó el presidente.

Por lo tanto, Rusia creará de manera concluyente desarrollos competitivos a nivel mundial, incluso en las esferas espacial y nuclear, señaló el Jefe de Estado. En particular, está previsto destinar otros 116 mil millones de rublos al desarrollo de la constelación de satélites nacionales. La cuestión de los satélites es una cuestión de seguridad nacional. Por lo tanto, la financiación para su desarrollo en Rusia seguramente se asignará en su totalidad, dijo a los medios oficiales rusos Nicholas Oksman, experto en cosmonáutica tripulada. “Las constelaciones de satélites ayudan al desarrollo de la infraestructura del país y también tienen una gran influencia en los enfrentamientos geopolíticos, que ahora estamos viendo en Ucrania en forma del uso masivo del Starlink estadounidense”, afirmó. “Además de estas prioridades, las constelaciones de satélites también ayudan en la vida cotidiana, ya que proporcionan un acceso a Internet relativamente barato en zonas remotas de Rusia.

Los proyectos de soberanía tecnológica deben convertirse en un motor de renovación industrial para ayudar a la economía a alcanzar un nivel avanzado de eficiencia y competitividad, enfatizó Vladímir Putin. “Propongo fijar un objetivo: la proporción de bienes y servicios nacionales de alta tecnología en el mercado interno durante los próximos seis años debería aumentar una vez y media y el volumen de las exportaciones no energéticas en al menos dos tercios”, él dijo.

Después de la salida de las empresas occidentales, en muchos segmentos de alta tecnología quedaron vacantes nichos que podrían proporcionar tal crecimiento, recordó Elena Bocherova, directora ejecutiva de Cyberprotect. “Ahora todavía existe una brecha entre la funcionalidad de los productos que los desarrolladores rusos pueden ofrecer y los hábitos que se han desarrollado entre los clientes. Pero en los próximos años este será un problema superable: las empresas nacionales ven la dirección del desarrollo y resuelven el desarrollo de sus productos en diálogo con los clientes. Nuevos proyectos e iniciativas federales ayudarán a apoyar la inversión en el desarrollo de proyectos”, destacó.

Aún dentro del alcance del discurso, el Presidente mencionó que la inteligencia artificial debe utilizarse en cada una de las áreas enumeradas del desarrollo científico y tecnológico. Destacó que en las condiciones modernas, aumentar la eficiencia de todas las áreas de la productividad laboral está indisolublemente ligado a la digitalización. Este tipo de soluciones permiten la creación de plataformas digitales que permitan una interacción óptima entre los ciudadanos, las empresas y el Estado. “Creo que hasta 2030 es necesario crear plataformas digitales en todos los sectores clave de la economía y la esfera social. Estas y otras tareas complejas se abordarán en el marco del nuevo proyecto nacional “Economía de datos”. al menos 700 mil millones de rublos para su implementación en los próximos seis años”, enfatizó el Jefe de Estado.

Rusia busca desarrollar tecnologías propias que no dependan de proveedores extranjeros. Un ejemplo es la creación de un análogo nacional de una herramienta como el modelo multimodal de inteligencia artificial GPT 4, dijo Sergey Lipov, director de tecnologías de la información en EdgeCenter para los medios rusos. “Esto no sólo fortalecerá la posición del país en el escenario internacional, Pero también garantizará el desarrollo de la investigación científica y la educación. Las supercomputadoras, por otro lado, desempeñan un papel clave en la investigación moderna de la IA. Permiten procesar grandes cantidades de datos y realizar cálculos complejos. Aumentar su capacidad hará posible a la realización de investigaciones más complejas y al desarrollo de nuevas tecnologías”, afirmó el experto antes de concluir que es importante destacar que el desarrollo de la constelación de satélites nacional mejora la infraestructura de recogida y procesamiento de datos, que también será un factor importante en la IA.

Vladímir Putin es un nacionalista que dialoga con soltura con el capital productivo privado. Incluso antes del conflicto en Ucrania, ya existía la idea de un Estado que proporcionara desarrollo y abriera puertas a la industria nacional. Al profundizar la planificación tecnológica, lleva a Rusia a un nivel aún mayor, beneficiando así al capitalismo de Estado que puede abastecer a la nación en momentos de crecimiento y situaciones de adversidad generadas por la OTAN, es decir, la Unión Europea y Estados Unidos. Con esta lógica pidió al gobierno que proponga medidas específicas para apoyar a las empresas y startups que producen equipos para el almacenamiento y procesamiento de datos, así como la creación de software. Según sus palabras, la tasa de crecimiento de la inversión en soluciones informáticas nacionales debe ser al menos el doble de la tasa de crecimiento de la economía. Al fin y al cabo, la tecnología de nueva generación permite la productividad, la acumulación de capital, pero sobre todo garantiza la soberanía. Fue en esa línea que declaró que había firmado un decreto que aprueba la versión actualizada de la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Inteligencia Artificial. Establece nuevos objetivos, incluida la soberanía tecnológica en áreas revolucionarias como la inteligencia artificial generativa y los grandes modelos lingüísticos. Vladímir Putin destacó que Rusia necesita aumentar sus recursos informáticos. Para 2030, la capacidad total de las supercomputadoras nacionales deberá aumentar al menos 10 veces.


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