Usualmente, cuando surgen noticias que empañan la imagen del Gobierno, políticos de oposición salen en busca de micrófonos para arremeter contra él, con lecciones de moralidad y de cómo debieron haberse asumido acciones respecto a ello.
Hasta ayer, la interrogante del porqué solo salieron políticos de oposición de occidente a hablar del tema Marset y ninguno de Santa Cruz fue absuelta. Resulta que la ciudad autonombrada como el Miami boliviano, por una parte, muestra su lado más regionalista al protestar contra el deseo de la fuerza de trabajo altiplánica que reside en Santa Cruz de usar el Cambódromo para la realización de la entrada folklórica dedicada a la Virgen del Carmen y, por otra, abre sus brazos en franca hospitalidad a otro tipo de personas con poder económico que asisten a sus centros comerciales o a sus eventos sociales, inclusive invitándolos a ser parte de sus círculos sociales más altos. Lo particular se encuentra en que cuando asisten, lo hacen acompañados de guardias armados, sin que una ceja asombrada se levante. De repente, debe ser que se normalizó ver este tipo de particularidades en personajes que, para protegerse de algo o de alguien, toman estas medidas; su propio gobernador lo hizo; según informes policiales, contaba con una escolta de hasta 10 personas que lo acompañaban donde fuera. Quizá sea por esta normalidad que los opositores cruceños se abstienen de emitir criterio, no vaya a ser que salga alguna fotografía que los implique con el más buscado en nuestro país o con algún otro de dudosa reputación. No obstante, se van descubriendo aquellas razones de su silencio, y fue en ocasión de la detención del doctor ‘Robertito’, que —según la institución verde olivo— sería un cabecilla de la organización que lidera Marset.
El abogado sería el encargado de procurar la protección legal de la organización, pero su nombre e imagen pudieron haber pasado desapercibidos si no fuera que recibió el abrazo y agradecimiento del propio Fernando Camacho cuando enalteció sus faenas jurídicas al conseguir liberar de la cárcel a miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, brazo armado del Comité Cívico cruceño en las revueltas organizadas para el golpe de Estado de 2019, de quienes se sabe que son financiados económicamente con aportes de las empresas departamentales y ahora puede inferirse que también por alguna organización de dudosa reputación.
Las declaraciones del segundo video de Marset si bien deben ser tomadas como intimidatorias y distractoras, no hay que dejar de lado que su afición por el fútbol demostró un sentimiento vehemente hacia este, a tal punto que la exteriorización de sus pasiones hicieron que diera pasos en falso; otro ejemplo de ese tipo de pasiones lo podemos encontrar quizá con la política, cuando salió en defensa de Camacho y señaló que este habría sido secuestrado. ¿Hasta qué punto se encontrarán vinculados? Se desconoce, pero pareciera ser que si Santa Cruz ha demostrado un desarrollo económico, no es solo por la agroindustria, parece que dentro de los capitales inyectados por empresas nacionales y extranjeras también existirían algunos otros que utilizan las puertas abiertas de este departamento para blanquear dineros a través de emprendimientos, como equipos de fútbol, por ejemplo. En definitiva, de modelo económico no podría hablarse.
