El 16 de octubre se conmemoró el segundo aniversario del secuestro del diplomático venezolano Alex Saab, un hecho inédito en la historia de la diplomacia.
Saab fue detenido ilegalmente el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde, durante el ejercicio de sus funciones en una misión humanitaria designada por el Gobierno venezolano. Su avión estaba haciendo una parada técnica para recargar combustible en su camino a Irán. Un año después, el 16 de octubre de 2021, Saab fue secuestrado por autoridades norteamericanas y trasladado irregularmente a Estados Unidos sin haber concluido su proceso judicial en Cabo Verde. Como es de esperar, ni su defensa ni su familia fueron notificadas de esta extracción.
Actualmente, el diplomático venezolano se encuentra detenido en EEUU bajo el falso cargo de “conspiración para lavado de dinero”, una acusación sin fundamento, pruebas, ni bases jurídicas. Estados Unidos ha ignorado la inmunidad diplomática del Enviado Especial venezolano y ha postergado el juicio sobre su inmunidad diplomática, dejando quizás para el segundo semestre de 2024 este paso crucial en la batalla legal.
Sin duda, las agresiones contra Saab son una manifestación viva y personificada de un plan sistemático para atacar a la Revolución Bolivariana, al gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro Moros y la lucha nacional contra el bloqueo impuesto por el imperio norteamericano.
La injusta encarcelación de Saab ha estado marcada por dilaciones judiciales, graves violaciones al Derecho Internacional y a los derechos humanos. El equipo defensor de Saab ha alertado en varias ocasiones sobre el retardo judicial y la falta de asistencia médica oportuna por ser paciente de cáncer.
Hoy, Alex Saab es un prisionero político de EEUU, víctima de tortura física, psicológica y judicial. A pesar de haber presentado una apelación ante el Circuito 11 de Georgia en diciembre de 2022, insistiendo en que se debe respetar su inmunidad diplomática y que no debe ser procesado, la Fiscalía de EEUU ha pedido prórrogas sucesivas.
Venezuela denuncia que Alex Saab, enviado especial de Venezuela, fue secuestrado por razones políticas para evitar que siguiera llevando productos de primera necesidad al pueblo venezolano. Desde su nombramiento en 2018, trabajó para asegurar la llegada de alimentos, medicinas y gasolina a Venezuela, enfrentando las medidas coercitivas unilaterales impuestas por EEUU y mitigando los efectos de la pandemia del Covid-19.
Entre muchas operaciones realizadas en 2020 logró la llegada de 16 aviones con repuestos para reactivar refinerías en Venezuela, el arribo de buques de gasolina desde Irán y el aterrizaje de aviones con medicamentos de alto costo para pacientes venezolanos. También aseguró la llegada de alimentos para más de cinco millones de familias cada mes. Estas operaciones despertaron el odio de las autoridades estadounidenses.
El secuestro de Saab viola el Derecho Internacional y deja peligrosos precedentes al permitir a EEUU y sus aliados retener ilegalmente a cualquier agente diplomático en misión humanitaria. Frente a ello, gobiernos y pueblos del mundo se han manifestado a favor de su liberación.
Invito al lector a informarse sobre esta causa venezolana con los documentos del movimiento internacional #FreeAlexSaab (www.freealexsaab.org), una organización cuyo propósito es despertar la solidaridad y procurar la pronta liberación de nuestro diplomático secuestrado por el imperialismo.
*Embajador de Venezuela en Bolivia.
