Tó tenía prohibido ser docente o pastor, sin embargo, había colaboró toda su vida en el Centro de Multiservicios Educativos de los jesuitas y en las escuelas populares de Fe y Alegría en Bolivia.
La Compañía de Jesús de Catalunya, que regenta los colegios de los Jesuitas, ha admitido este jueves que tuvo 44 abusadores sexuales entre su filas y ha hecho público el nombre de 14 de ellos.
Entre ellos, los de Lluís Tó González, con 25 denuncias (falleció en 2017), Francesc Peris Boixeda, con 22, (otras dos víctimas son adultas y los abusos se produjeron fuera del ámbito educativo en 2016 y 2021, por lo que no están prescritas) y Francesc Roma Padrosa, con siete. El resto hasta llegar a 14 son Emilio Benedetti (14 denuncias), José Climent (8), Albert Tarés, Amando Ardid Galve, Antonio Moré, Pere Sala, Robert Pasqual, Antoni Roigé, José Soler, José Boter y Eudald García.
Los jesuitas reconocen que sabían desde 1968 que el sacerdote Lluís Tó era un "depredador sexual".
Así lo admite Pau Vidal, el actual máximo responsable de la organización religiosa en Catalunya, en el documental ‘La Fugida’ basada en la investigación periodística catalana comenzó en 2016 para destapar los abusos sexuales encubiertos en colegios religiosos de Catalunya y del resto de España.
Las declaraciones Vidal son uno de los reconocimientos más claros y explícitos del encubrimiento de la pederastia por parte de las instituciones religiosas.
De acuerdo a el diario El Periódico, el sacerdote Lluis Tó González fue destinado a Bolivia, pese a que tenía una condena por abusar de una niña en España en los años 90, cuando era profesor.
Tó tenía prohibido ser docente o pastor, sin embargo, había colaboró toda su vida en el Centro de Multiservicios Educativos de los jesuitas y en las escuelas populares de Fe y Alegría en Bolivia.
“Los jesuitas mentían”, el sacerdote continuaba agrediendo sexualmente a menores y sus superiores tuvieron constancia de todo ello, según la denuncia interna el 2001 de un miembro de la orden que fue expulsado. Tó falleció en 2017.
LISTA
En este listado aparece también el enfermero del colegio Jesuïtes Casp Amando Ardid Galve, que actualmente tiene abierto un procedimiento en un juzgado de Barcelona por las denuncias presentadas por seis exestudiantes y en el que la compañía no ejerce la acusación.
Por ahora, esta es la única causa abierta por presunta pederastia que afecta a la orden religiosa, aunque sus responsables han anunciado este jueves, durante la presentación de la auditoría que los Jesuitas han encargado al bufete de abogados Roca i Junyent, que presentarán ante la fiscalía seis casos que no han prescrito. Han eludido concretar las personas implicadas.
SILENCIO
Los expertos que han elaborado el informe han reconocido que imperó durante años "la cultura del silencio", "una cadena de silencios" en el seno de la institución. De los 49 expedientes revisados por el abogado Joan Roca, en 15 casos se ha detectado que se comunicó a algún miembro de la compañía los abusos y esta queja nunca llegó a la dirección de las escuelas, por lo que no se actuó como se debía.
AEP