El Centro de la Revolución Cultural (CRC), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), entregó premios a 19 ganadores.
Diversos artistas, escritores e investigadoras fijaron su mirada sobre los pueblos indígenas originario campesino y afroboliviano, la cultura milenaria de Bolivia y la crisis mundial del agua en la Octava Convocatoria Letras e Imágenes de Nuevo Tiempo, desarrollada por el Centro de la Revolución Cultural (CRC), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB). A través de la fotografía, el cómic, el audiovisual, la palabra escrita, el cuento, la poesía, la dramaturgia y el ensayo se consagraron ganadores del concurso.
El camino de la convocatoria
En marzo, la Octava Convocatoria Letras e Imágenes de Nuevo Tiempo lanzó un vigoroso desafío a artistas, investigadores, integrantes de organizaciones y sectores sociales, comunidades urbanas y rurales, y creadores de cultura a nivel nacional: reflexionar acerca de las diversas dimensiones culturales, históricas y sociales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y pueblo afroboliviano.
En respuesta, 198 personas de distintos puntos del país decidieron asumir el desafío de expresar, a través de diversas disciplinas y lenguajes artísticos, su mirada sobre la memoria de los pueblos indígenas, sus conocimientos y saberes, sus prácticas culturales y sociales, su producción artística e innovación cultural, y sus luchas por la descolonización.
Desde el punto de vista institucional, para el Consejo de Administración de la FCBCB, el equipo del CRC y los funcionarios de la entidad en general, la convocatoria significó un reto para que el Estado afirme un espacio fundamental de diálogo y creación artística-cultural sobre los pueblos indígenas en Bolivia. Ello implica un pequeño pero significativo reconocimiento a su aporte histórico, cultural, político, social, económico y simbólico al país, y una política cultural comprometida con los procesos de plurinacionalidad, descolonización, despatriarcalización, interculturalidad y plurilingüismo encarados por el Estado a partir de 2009, con la Nueva Constitución.
De esa manera, en 10 meses de trabajo, el equipo del CRC realizó múltiples tareas para lanzar la convocatoria y difundirla en las ciudades principales de los nueve departamentos del país. Esta labor fue coordinada con los repositorios nacionales y centros culturales de la FCBCB, además de cuatro instituciones aliadas: las gobernaciones de Pando, Oruro y Cochabamba, y el gobierno municipal de la ciudad de Tarija.
Después de los lanzamientos, el CRC tuvo contacto permanente con medios de comunicación para socializar la convocatoria; respondió y orientó consultas de postulantes por teléfono y redes sociales; hizo seguimiento a la recepción de las obras; conformó siete equipos de evaluación integrados por expertos en cada área artística o de investigación; posibilitó el proceso de evaluación y determinación de resultados con la mayor transparencia; acompañó a ganadores y ganadoras en la certificación de derechos de autor en el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi); y, finalmente, sistematizó los resultados de este gran desafío.
Evaluación y selección
En el proceso de evaluación y selección de obras, los siete equipos del jurado calificador de la convocatoria revisaron los contenidos a detalle y, siguiendo las bases de la convocatoria, determinaron criterios de evaluación específicos para cada género. Analizaron técnicamente cada propuesta, programaron varias reuniones de trabajo —la mayoría de forma presencial, pero también en modalidad virtual—, y participaron de animados diálogos que, desde diferentes puntos de vista, contribuyeron a definir los proyectos ganadores.
En algunos equipos, la evidente cualidad conceptual y técnica de las obras permitió que el consenso llegue con facilidad; en otros, se requirió más debate. En todos los casos se desarrollaron procesos transparentes con resultados impecables.
Paralelamente, crecía la expectativa de las y los postulantes por conocer los resultados de la convocatoria, así se notaba en los numerosos mensajes que llegaron a las redes sociales del CRC. Finalmente, la FCBCB y el CRC publicaron la lista de ganadoras y ganadores de la convocatoria el 12 de octubre, Día de la Descolonización en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Al acto siguieron emotivas expresiones de sorpresa y alegría, felicitaciones y celebraciones, entrevistas a artistas y, luego, el proceso de entrega de la documentación correspondiente para cumplir con cada paso de la convocatoria.
Finalmente, luego de este comprometido recorrido, el 12 de diciembre llegó el gran día en el que la población conoció las obras ganadoras y presenció el reconocimiento a los ganadores de la convocatoria, en la Casa Museo Inés Córdova-Gil Imaná.
Sin duda, fue un momento de encuentro para que las autoras y autores se reúnan, para que la población los conozca y escuche su voz, y para celebrar entre todas y todos su talento, creatividad e importante aporte al debate y producción cultural sobre las naciones y los pueblos indígena originario campesinos y pueblo afroboliviano.
Letras de Nuevo Tiempo
El primer lugar del género cuento fue para la obra El Ipaye, presentada por Mario Siddhartha Portugal Ramírez (Yapacaní, Santa Cruz). Se trata de una propuesta creativa sobre el acervo popular del oriente boliviano, una serie de historias que exploran el sincretismo espiritual y religioso entre las creencias locales y europeas heredadas de la Colonia.
El segundo lugar fue para la obra Encuent(r)os, del autor Estéfano Mamani Choque (El Alto, La Paz), compuesta por cuatro cuentos que abordan la dinámica laboral, las relaciones de poder y las tensiones culturales en el espacio de trabajo institucional actual.
Finalmente, en esta categoría, obtuvo el tercer lugar la obra No es país para indios, de Luis Marcelo Campos Vélez (Santa Cruz de la Sierra), un cuento que narra la epopeya de un personaje guaraní y de otro aymara en pos de una libertad esquiva en distintos contextos de guerra en el sur de Bolivia.
Para el caso del género poesía, el primer lugar se lo otorgó a Verónica Esther López Maldonado (Sucre, Chuquisaca) con la obra Escritos de Awa Maki, una serie de poemas inspirados en las prácticas rituales de los pueblos indígenas asociadas a eventos como la unión de una pareja, un funeral, el canto, los ciclos de la tierra y los kurus.
El segundo lugar fue para Juliana Guzmán Pérez (Santa Cruz de la Sierra) con la obra En mi historia sí hay racismo, una serie de poemas que abordan la temática de la discriminación asociada al color de la piel y a las prácticas culturales, enfatizando en experiencias del pueblo afroboliviano.
Finalmente, el tercer lugar lo alcanzó María Elena Cárdenas Bautista (El Alto, La Paz) con la propuesta Los caminos de la huacataya, en la que crea un universo poético integrado por apus, abuelas, presagios, achachilas, tejidos, ajayus, buitres y hojas de huacataya.
En el género dramaturgia, Jorge Ernesto Barrón Morales (La Paz) ganó el primer lugar con la obra Julián acerca de Julián, un texto sobre el líder indígena Julián Apaza, quien, en diferentes temporalidades, cuestiona las injusticias cotidianas hacia los pueblos indígenas.
Sabrina Ayelen Martinet Rojas (La Paz) obtuvo el segundo lugar con la obra El sullu que habló, la cual narra la historia de distintos personajes urbanos que viven en un edificio en la ciudad de La Paz y que, en tiempo de pospandemia, ofrendan un sullu a la Pachamama.
Finalmente, el tercer lugar de este género fue para José Ariel Roca Hurtado (Cochabamba) con la obra La granja, una fábula en formato dramatúrgico que aborda la vida de gallinas en una granja donde se cuestionan relaciones de poder.
En el género ensayo, la obra Un día he mirado a un q´iwa en el espejo, de Juan Pablo Vargas Rollano (Sucre, Chuquisaca), alcanzó el primer lugar. Se trata de una reflexión que reivindica la identidad homosexual aymara y las luchas de las personas de diversa orientación sexual e identidad de género contra el racismo y la discriminación, desde una perspectiva indianista.
Fue reconocida con el segundo lugar la obra Ética y estética del cine indígena actual en Bolivia, de Leni Favela Flores Espinoza (Santa Cruz de la Sierra), que es un ensayo que devela el uso que las clases medias hacen de las estéticas del mundo indígena en el cine y que propone comprender las identidades étnicas como parte de la población en general y no solamente de un sector.
Por último, en esta categoría, el ensayo que obtuvo el tercer lugar es La vida y sufrimiento de las mujeres aymaras en la Guerra del Chaco, de Jeannette Balboa Yupanqui (La Paz), un texto que retrata la historia de varias madres de los reclutas de la Guerra del Chaco (1932-1935), a través de un trabajo hemerográfico que aporta datos antes desconocidos y cuestiona la discriminación hacia las mujeres indígenas durante la guerra.
El jurado calificador de poesía estuvo integrado por Elías Caurey, sociólogo guaraní; Elvira Espejo, artista plástica y directora del Musef; Carolina Morón Ríos, poeta; y Marcia Mendieta, comunicadora. En el género de cuento, el jurado calificador estuvo conformado por Claudia Andrea Michel Flores, literata; Adan Rodrigo Urquiola Flores, cuentista, dramaturgo y ensayista; y Viviana Marzluf Cruz, bibliotecaria. En la categoría de dramaturgia, el jurado calificador estuvo integrado por Katherine Janneth Bustillos Vila, psicóloga y dramaturga; Samadi Valcárcel Rodas, actriz, dramaturga y directora teatral; y Mariana Vargas Toro, actriz, productora escénica y gestora cultural. En el género ensayo el jurado estuvo compuesto por Gabriela Behoteguy Chávez, antropóloga; Norma Juárez Mejía, trabajadora social e investigadora; y Édgar Arandia Quiroga, artista plástico y antropólogo.
Imágenes de Nuevo Tiempo
La pieza denominada Urus Irohito, de Wilfredo Fausto Jonás Cárdenas Bautista (El Alto, La Paz), obtuvo el primer lugar del género audiovisual. La obra es un cortometraje documental que subraya la importancia de la recuperación de la lengua uru y que fue filmado en la comunidad Urus Irohito, ubicada a orillas del río Desaguadero, en la provincia Ingavi del departamento de La Paz.
Alcanzó el segundo lugar la animación Tejidos de identidad: un legado de resistencia, de Alba Rocío Narváez Vásquez (Tarija), una obra que muestra la vida de una mujer jalq’a que, en sus rutinas cotidianas, elabora maravillosos textiles en los que se observa el movimiento y vuelo de los khurus.
Por su parte, Pablo Sebastián Chao Vargas ocupó el tercer lugar con la obra La leyenda de los pumas grises (La Paz), una animación que narra la historia que subyace en el nombre del lago Titicaca y que muestra personajes como el Tata Inti, el Apu Qullana Awki y espléndidos pumas que antiguamente habitaban la región.
Fotografía
El género de fotografía también tuvo tres proyectos ganadores. Los hombres sin agua, de Manuel Edmundo Seoane Salazar (primer lugar, La Paz), que denuncia los impactos del extractivismo minero en las fuentes hídricas de territorios donde habita la nación Uru.
La obra Llampu, de Carlos Héctor Sánchez Navas (segundo lugar, La Paz), retrata la vida de agricultores, pescadores y artesanos de totora, de la comunidad Sicuani, ubicada a 10 kilómetros del municipio de Copacabana, en la provincia Manco Kápac del departamento de La Paz.
Finalmente, la obra Vínculos del más allá, de Miguel Ángel Torrico Quinteros (tercer lugar, Cochabamba), cuenta la historia del mast’aku, una práctica cultural en la que los pueblos indígenas representan la relación entre la vida y la muerte a través de panes, rezos, urpitus, altares, música, alimentos y otros elementos de ritualidad para encontrarse con los seres queridos que ya partieron.
Cómico historieta
En el caso del género del cómic o historieta, el jurado calificador determinó que la obra Rey, de Javier Antonio Quisbert Pairumani (La Paz), obtenga el primer y único lugar del género. Se trata de una obra contundentemente crítica de la violencia y la esclavitud colonial que sufrió el pueblo africano en el continente americano y en Bolivia, en particular, primero en las minas de Potosí y luego en las haciendas de los Yungas y otros territorios del país.
La propuesta reivindica a las autoridades ancestrales de esta población y su memoria como pueblos libres.
El jurado calificador del género audiovisual estuvo integrado por Patricio Luna Aguirre, realizador audiovisual del centro audiovisual Saphi Aru, con trayectoria en realización de video indígena desde los años 80; Janela Ingrid Vargas Vásquez, realizadora audiovisual y gestora cultural del Centro de la Revolución Cultural; y César Iván Sanjinés Saavedra, director del Centro de Formación y Realización Cinematográfica (Cefrec).
El género de fotografía tuvo un jurado integrado por Gabriel Sánchez Castro, comunicador visual y fotógrafo; Sara Aliaga Ticona, comunicadora social y fotoperiodista; y Wara María Leandra Vargas Lara, comunicadora social y fotoperiodista. El jurado calificador en el área de cómic estuvo conformado por Tania Elizabeth Prado Espinoza, diseñadora gráfica; Alejandro Salazar Rodríguez, historietista y dibujante; y Rafaela Rada Herrera, ilustradora, guionista e historietista.