Poco después de iniciar su incursión sobre Gaza, las autoridades israelíes anunciaron que cortarían el suministro de agua, alimentos y electricidad a en la Franja.
Nueva York, EEUU (RTVE).- Nadie puede dudar de que en Gaza se está produciendo un genocidio. Esa es la conclusión a la que ha llegado un grupo de expertos de la ONU tras analizar las constantes violaciones de las fuerzas israelís sobre los derechos humanos o el bloqueo a otros derechos como la sanidad o agua potable en el enclave palestino.
"Creo que la intención genocida (de Israel) ha quedado demostrada desde el principio. Tuvimos numerosas declaraciones de funcionarios israelíes afirmando que los palestinos son animales, que no pueden ser tratados de acuerdo con las normas internacionales de conducción de la guerra", ha recordado el relator de la ONU sobre la promoción de la democracia, George Katrougalos. Una situación que, según han asegurado, ha empeorado notablemente desde el comienzo de la ofensiva israelí sobre la Franja.
La violencia también ha ido en aumento en otros territorios palestinos como Cisjordania. Esta zona sufre desde finales de agosto continuos ataques de las fuerzas israelís y el riesgo de que la guerra se extienda a esta zona del país es cada vez mayor.
AGUA, ALIMENTOS Y ELECTRICIDAD
Poco después de iniciar su incursión sobre Gaza, las autoridades israelíes anunciaron que cortarían el suministro de agua, alimentos y electricidad a en la Franja. Esto es algo que "implica el crimen de exterminio", según ha puntualizado el relator de la ONU sobre el derecho al agua y al saneamiento básico, Pedro Arrojo-Agudo, ya que el agua potable, esencial para la supervivencia, se está usando "como un arma de guerra".
Actualmente, en Gaza sobreviven con 4,7 litros de agua por día de forma individual. En la vida diaria cualquier persona usa al menos 100 litros para cubrir sus necesidades y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que lo mínimo en situaciones de emergencia son 15 litros por persona al día. Desde el inicio del conflicto, esta restricción ha provocado 1,7 millones de casos de infecciones de todo tipo, provocando muertes "silenciosas", en particular entre los niños, que no son contabilizadas como parte de las bajas de la guerra, ha asegurado el relator.
Las amenazas no cesan, y los ataques contra el personal sanitario y las zonas humanitarias provocan un desgaste de la salud de los palestinos cada vez más preocupante.
La comunidad internacional ya ha incumplido su responsabilidad legal de prevenir el genocidio, ha dicho la relatora sobre los derechos humanos en los territorios palestinos, Francesca Albanese. Por ello, el único modo de revertir esta tragedia es un alto al fuego inmediato, según la investigadora de Naciones Unidas sobre el derecho a la salud, Tialeng Mofokeng.
AEP Digital/RTVE