El Papa señaló la crisis de los refugiados como el mayor reto y advirtió de una “tercera guerra mundial” por los conflictos en todo el planeta.
La Paz, 19 de septiembre de 2023 (Télam). - El papa Francisco advirtió sobre el desastre climático y la crisis de refugiados como dos de los mayores retos a tratar, en un discurso por videoconferencia al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Es hora de trabajar juntos para detener la catástrofe ecológica antes de que sea demasiado tarde”, señaló el Pontífice, de 86 años, durante una videoconferencia con el expresidente estadounidense Bill Clinton, en la apertura de la Iniciativa Global Clinton de este año, informó la agencia de noticias AFP.
CRISIS DE REFUGIADOS
El Santo Padre señaló también la crisis de los refugiados como uno de los mayores retos en estos tiempos y luego afirmó que ya se libra la “tercera guerra mundial” con la avalancha de conflictos en todo el planeta.
En cuanto al desastre climático, añadió que esa es la razón por la que está escribiendo un nuevo documento papal como continuación de su histórica “encíclica” de 2015, una carta en la que la Iglesia se posicionó sobre el ecologismo.
DESASTRE CLIMÁTICO
Los comentarios del Papa llegan cuando los observadores del clima predicen que 2023 será el año más caluroso de la historia de la humanidad, con un verano marcado por olas de calor, sequías e incendios forestales.
Francisco hizo de la crisis climática un pilar fundamental de su liderazgo de una década, aunque no está claro hasta qué punto ha afectado a los seguidores políticamente conservadores de la Iglesia.
LA MIGRACIÓN
En cuanto a la migración, dijo que es importante recordar que “no estamos hablando de números, sino de personas: hombres, mujeres y niños”.
Sobre los conflictos del mundo, el Sumo Pontífice indicó que la “tercera guerra mundial se está librando por partes”, y añadió que es hora de “volver al diálogo y a la diplomacia: que cesen los designios de conquista y de agresión militar”.
También se refirió a la labor del Hospital Infantil Bambino Gesu de Italia, que trató a más de 2.000 pacientes ucranianos que habían huido del país sin sus padres o familiares, y agregó que podría servir de modelo mundial.