Se preparan mesas de colores: la blanca para la familia y prosperidad; la mesa negra para los hechizos.
La Paz, 1 de agosto de 2023 (AEP-Digital).- En agosto, miles de bolivianos hacen un rito ancestral a la Pachamama, la Madre Tierra, con el armado de mesas para agradecer por los bienes logrados en el último año y pedir prosperidad.
El investigador cultural Lautaro Schmidt explicó a Bolivia Tv que esta actividad de fe y agradecimiento tiene diversas variaciones y aspectos comunes en las locaciones del país. No pueden faltar el untu (grasa) y sullo de llama, coca, alcohol, vino, dulces con formas de bienes materiales para atraer lo que se desea, entre otras cosas que la gente pide.
Este rito ancestral andino comienza el 1 de agosto porque es un mes preparativo a la época de siembra y cosecha, exactamente septiembre, cuando se comienza a recoger flores, y octubre, tiempo en que se plantan productos agrícolas, explica el investigador.
Una de las creencias que le atribuyen a agosto, en especial los creyentes, es que en este mes la tierra acostumbra a abrir su boca para alimentarse, por lo que es el momento indicado para otorgarle lo mejor que tengamos a la Pachamama, ya que si no se cumple con esta tradición pueden ocurrir accidentes o catástrofes.
En la ciudad de La Paz existen varios lugares donde se venden los productos para armar las mesas de ofrenda y también lugares sagrados, en los que se realizan estos ritos; entre ellos los más concurridos son: la Apacheta, wak’as y achachilas.
Son tres tipos de mesa que la gente busca: la blanca para agradecer por la salud recibida, la armonía y unión familiar; la mesa de colores para pedir prosperidad y la mesa negra para los hechizos.
Uno de los elementos fundamentales para el preparado es el sullo de llama, de acuerdo con Schmidt la importancia de este elemento tiene relación con la reciprocidad con la naturaleza, es decir que la llama haya fallecido de manera casual, lo que la hace vuelver al mundo espiritual para llevar la ofrenda a la Pachamama.
Algo elemental para que todos los deseos se cumplan ¬—dice— es que el sullo esté vista a una dirección en concreto, por ejemplo, hacia un cerro o al sur o este, para que lleve los pedidos y la actitud de agradecimiento a la vida.
Así también, destaca que la ch’alla tiene sus propias connotaciones. En el hemisferio sur este proceso debe realizarse en dirección contraria a las manecillas del reloj, siguiendo la lógica de rotación del planeta Tierra, para ganar bendiciones. En el caso de que no se siga esto, afirma se estaría expulsando la armonía.