La palabra quechua “Pacha” alude al espacio, el tiempo y el universo, a la tierra que habitamos.
La Paz, 20 de agosto de 2023 (AEP).- Los pueblos andinos conceden a la Pachamama, “Madre Tierra” en quechua, un carácter sagrado porque le profesan adoración y la consideran su protectora.
Agosto es el mes en el que se le rinde tributo para la buena fortuna en la siembra y en la cosecha, atraer la suerte y alejar los malos augurios.
El presidente Luis Arce agradeció a la Pachamama con una ofrenda las bendiciones recibidas y pidió salud y progreso para el país.
El vicepresidente David Choquehuanca también lo acompañó en la ancestral ceremonia andina.
Ambos mandatarios, en noviembre de 2020, a menos de 48 horas para su posesión, ofrecieron una ofrenda a la Pachamama en las ruinas de Tiwanaku, mudo testigo de uno de los imperios más grandes de la humanidad.
Ayer, sábado, el jefe de Estado publicó un mensaje en su cuenta oficial de Tik Tok, acompañado de un video, en el que señala: “Agradecemos las bendiciones de nuestra Pachamama y pedimos más salud y progreso para Bolivia”.
En el breve video se observa la ofrenda a la madre Pachamama.
Legado
El primero de agosto de cada año marca el inicio de la celebración en homenaje a la Pachamama en las comunidades aimaras y quechuas andinas de Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, parte de Chile y el norte de Argentina con un profundo legado cultural y folclórico proveniente de las culturas incas y pre-Incas que se expresa en sus fiestas, costumbres y tradiciones.
Pacha
La palabra Pachamama procede de la lengua quechua. Está formado por dos palabras: “pacha” que significa mundo, tiempo, universo y lugar, y “mama” que equivale a madre.
A la Pacha se la considera una deidad andina de la tierra, una figura que representa la energía femenina de amor, generosidad, protección y fertilidad.
La celebración en su honor se realiza en agosto porque es el momento en que la tierra descansa y se prepara para la siembra.
Habitualmente, se desarrollan actividades durante todo el mes en el área rural y en las ciudades. El ancestral ritual andino es denominado “pago a la tierra”.