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El Combate de Tambillo, una victoria boliviana olvidada

Al mando del héroe olvidado, coronel Rufino Carrasco, los Franco-Tiradores partieron a la batalla el 24 de noviembre de 1879.

La Paz, 23 de marzo de 2023 (AEP).- Los Franco-Tiradores bolivianos, una compañía compuesta por 70 hombres armados con fusiles Chassepot, vencieron a los Cazadores del Desierto, grupo compuesto por 300 militares chilenos.

“El Combate de Tambillo enfrentó nuestro Ejército con los invasores chilenos el 6 de diciembre de 1879. Es una muestra perdurable de heroicidad y bravura que enaltece a nuestros soldados, pero también realza la figura del memorable coronel Rufino Carrasco, jefe del Escuadrón Franco-Tiradores, y a su tropa, que defendieron con arrojo nuestro territorio”, contó el historiador José Pradel.

Al mando del héroe olvidado, coronel Rufino Carrasco, los Franco-Tiradores partieron a la batalla el 24 de noviembre de 1879.

En el manifiesto del general Rufino Carrasco, LA ESPEDICIÓN AL LITORAL BOLIVIANO, escrito en 1879, se relata la conformación de los Franco-Tiradores, compuesta por jóvenes de la capital de la provincia Sud Chichas, quienes formaron parte de un cuerpo de caballería para la vanguardia de la Quinta División a cargo del general Narciso Campero.

“En pocos días organicé un pequeño cuerpo, compuesto en su mayor parte de jóvenes decentes, que indignados por el ultraje inferido a nuestra soberanía anhelaban volar al lugar donde el deber y el honor los llamara”, escribió Carrasco.

Luego de saberse el resultado de la Batalla de Calama, los civiles bolivianos se movilizaron y formaron diversos batallones. De esta manera se formó la Quinta División,  a la que pertenecía el Escuadrón Movilizado Franco-Tiradores Vanguardia, conformado por jinetes cotagaiteños, tupiceños y tarijeños.

Partieron desde Tupiza hasta Potosí y permanecieron en aquel departamento algunas semanas. Luego de recorrer Avilcha, Tropichal y extensos nevados por ocho días, llegaron a Colana y consecutivamente, antes de entrar en la población de Chiu-Chiu, Carrasco dividió sus fuerzas en cuatro fracciones y de esta manera tomaron posesión de la citada población, obligando al enemigo a arriar su bandera.

“Anoticiado el jefe chileno de Calama de la presencia de los Franco-Tiradores, envío a los Cazadores del Desierto, grupo compuesto por 300 hombres, con los que combatieron los bolivianos en el barranco de Tambillo el 6 de diciembre. Veinte minutos duró el combate en el que las tropas bolivianas vencieron a las rivales, y tuvo como resultado la toma de “19 prisioneros chilenos, 18 rifles Winchester, 17 espadas, monturas, fornituras, vestuario y municiones”, relató el historiador. Fue una victoria para Bolivia, una faena de heroico valor que casi nadie recuerda.

Consecutivamente, Carrasco, junto a sus hombres, ocupó San Pedro de Atacama, “donde la población reincorporada al suelo patrio, aunque momentáneamente, gracias a aquel triunfo, los recibió con indecible jubilo”, apuntó el clásico escritor Julio Díaz Arguedas.

Luego de esperar refuerzos, se le avisó a Carrasco que en Calama se preparaba una división para combatirlo y de esta manera se movilizó con sus hombres a Toconao, luego a San Cristóbal. Posteriormente, Rufino y sus hombres recibieron la orden de trasladarse a Potosí. Allí, su compañía fue disuelta y Carrasco fue apresado donde habitaba el Batallón Calama, por órdenes del general Nicanor Flores, Jefe Superior del Sud.

A modo de conclusión, la Batalla de Tambillo es una gloria boliviana que no se debería poner en ingrato olvido, y tampoco al coronel Carrasco, quien tiene en su honor una plazuela en Sucre, y en Chile una calle lleva su nombre, en reconocimiento al heroísmo demostrado en Tambillo con sus Franco-Tiradores.

La historia

En ese sentido, es necesario recordar que luego de la injusta e indigna invasión militar chilena al puerto boliviano de Antofagasta, se dio inicio a la denominada Guerra del Pacífico y, consecutivamente, el estratega Julio Méndez, desde una visión patriótica, elaboró y presentó un Plan Estratégico que consistió en que los aliados luchasen donde se sentían invencibles, es decir en las montañas.

En ese contexto, el presidente Hilarión Daza, el 13 de marzo de dicho año, nombró al general Narciso Campero como comandante general de la Tercera División para organizar al Ejército nacional en Potosí. A sus 65 años, Campero se movilizó a dicha ciudad, donde organizó los Batallones Bustillo 1° y Ayacucho o Porco 2° de Potosí.

Luego retornó a Tupiza, Cuartel General provisional. Allí, los meses subsiguientes se incorporaron el Batallón 3° de Granaderos y el Escuadrón Méndez 2° de Coraceros, ambos de Tarija, y los Batallones Granaderos de Tupiza y Chorolque de Nor y Sud Chichas.

Posteriormente fueron creadas cuatro divisiones y una legión en La Paz, y en consecuencia la 3ª División al mando de Campero cambió de denominación por la de 5ª.

Paralelamente, los bolivianos residentes en Tucumán, Salta y Jujuy se presentaron al Cuartel General y conformaron el Escuadrón de Guías, al mando del mayor del Ejército uruguayo Luis Gelabert. En ese escenario, muchos jefes y oficiales pidieron su incorporación a la División, pero como la misma ya se encontraba establecida fueron agrupados en la Compañía de Franco-Tiradores, al mando del coronel Rufino Carrasco. De esta manera fue creada la citada bizarra unidad con un total de 99 hombres.


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