Los guías turísticos comunitarios desempeñan un papel vital en la preservación y promoción del patrimonio cultural local. Más allá de la reciente clausura de un curso especializado, el 29 de junio, su labor continúa fortaleciendo la identidad cultural y transformando el turismo en las comunidades andinas.
La figura del guía turístico comunitario emerge como un pilar fundamental en la preservación del patrimonio cultural y la promoción del turismo vivencial en Bolivia. Estos profesionales no solo actúan como custodios de la herencia cultural local de los pueblos, sino que también tienen el potencial de impactar positivamente en comunidades, más allá de sus propias fronteras.
El reciente Curso Taller de Formación en Guías de Turismo y Museos Comunitarios, en su segunda edición, culminó el 29 de junio en el Museo Nacional de Arte (MNA), con el apoyo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB). Este evento, organizado por la Asociación de Representantes de Museos Comunitarios Qhapaq Ñan (Asoremuc-QÑ) y el Centro de Educación Alternativa Radio San Gabriel, entre otros aliados institucionales, resaltó la importancia de los guías comunitarios como verdaderos embajadores de su cultura. La capacitación subrayó cómo estos guías juegan un papel crucial en la promoción y preservación del patrimonio cultural.
Los participantes, provenientes de diversas comunidades, asistieron vistiendo los trajes propios de su región, resaltando una vez más la integración y el intercambio cultural que resalta la labor de los museos comunitarios.
La inauguración de este acto estuvo a cargo de la directora del MNA, Claribel Arandia, seguida del representante del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT), la FC-BCB, además del representante legal de Asoremuc-QÑ, Juan Carlos Patón, y la propia participación de dos estudiantes del curso.
La inauguración del acto fue presidida por Claribel Arandia, directora del Museo Nacional de Arte (MNA). La ceremonia también contó con la presencia del representante del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT), así la FC-BCB. Además, participaron Juan Carlos Patón, representante legal de Asoremuc-QÑ, y dos estudiantes del curso, quienes compartieron sus experiencias.
Después de las palabras alusivas a la fecha se procedió a entregar a cada participante su certificado, acreditándolos como promotores de la cultura. Estos certificados representan un paso hacia la revitalización de los caminos ancestrales del Qhapaq Ñan y el fortalecimiento de la integración de los pueblos.
Promotores de un Turismo respetuoso
Los guías comunitarios no solo adquieren habilidades técnicas y metodológicas, sino que también fortalecen su capacidad para promover un turismo respetuoso y auténtico. A través de su formación, están capacitados para gestionar museos comunitarios y liderar recorridos turísticos que conectan a los visitantes con la rica herencia cultural de sus regiones.
Su labor va más allá del ámbito local, ya que están preparados para representar y compartir su cultura en otros contextos, contribuyendo a una mayor apreciación y comprensión del patrimonio andino en un contexto global.
Uno de los guías destacados, Castro Mamani Choque, reseñó cómo el curso le permitió reconectar con los valores ancestrales y fortalecer su papel como mentor de la cultura. Mamani Choque resaltó la importancia de transmitir el legado cultural de sus ancestros, no solo dentro de su comunidad, sino también en otros escenarios donde la riqueza de la tradición andina pueda ser apreciada por una audiencia más amplia.
“Las sesiones teóricas y prácticas del curso nos brindaron herramientas metodológicas, científicas y prácticas para desempeñarnos como guías locales y en la gestión de museos comunitarios, fomentando hacia el turismo vivencial que es muy diferente al turismo convencional”, señaló en relación al taller.
Para el nuevo guía turístico comunitario, este curso se trató de una experiencia que lo llevó a reflexionar sobre el llamado del pasado sagrado, para continuar el legado tras la memoria de los abuelos y promover un enfoque holístico basado en los valores con los que ellos vivieron.
“Este legado hoy en día es reconocido por la Unesco como Qhapaq Ñan, sistema vial andino (camino de los justos), abarcando territorios de Colombia hasta Argentina, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia y Chile”, enfatizó luego de hacer notar la amplia extensión de la sabiduría de los pueblos andinos.
Puentes entre las comunidades y los turistas
La formación de estos guías no solo mejora sus competencias profesionales, sino que también fortalece la integración y el desarrollo económico local de las comunidades del país. Los guías turísticos comunitarios actúan como puentes entre las comunidades andinas y los turistas, facilitando un intercambio cultural enriquecedor y promoviendo el turismo vivencial que respeta y celebra la autenticidad de las tradiciones locales.
Además de capacitar a los guías en técnicas de turismo y gestión de museos, el curso también fomentó una profunda comprensión de la cultura andina, permitiendo a los participantes transmitir el significado y la importancia de los sitios culturales y naturales a los visitantes. Este enfoque integral ayuda a preservar las tradiciones locales y contribuye a la sostenibilidad del turismo cultural.
La reciente clausura del curso, aunque importante, es solo un capítulo en la historia de los guías turísticos comunitarios. Su impacto en la preservación del patrimonio y el desarrollo del turismo vivencial continúa creciendo, demostrando que su labor es esencial para mantener viva la rica herencia cultural de los pueblos del Qhapaq Ñan.
Al formar parte de una red más amplia de promotores culturales, los guías comunitarios desempeñan un papel crucial en la valorización y preservación de las tradiciones ancestrales, beneficiando tanto a las comunidades locales como a los visitantes que buscan una experiencia auténtica, enriquecedora y única.
La Paz/AEP