Desde la presentación de su libro Con permiso de Franz hasta su devoción por autores como Kafka y Raymond Carver, Teixidó explora la intertextualidad en sus relatos, así como su pasión por el cine clásico.
La Paz, 14 de abril de 2024 (AEP). – Esta es la entrevista añeja que realizó nuestro colaborador Carlos Gutiérrez al escritor chuquisaqueño Raúl Teixidó cuando éste presentó su libro Con permiso de Franz, en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en Sucre. La misma data del año 2021. Luego de la presentación un café de ambiente cosmopolita abrazó a los amantes de la pluma.
Este es el coloquio en el que el polígrafo confiesa sus demonios, los escritores que admira y su impenitente amor al cine de los años 40 y 50. Como la visceral película El salario del miedo. La charla versó sobre sus obsesiones cinematográficas y su anacronismo, su estilo cosmopolita y preciso y su impía devoción al escritor checo, autor de La metamorfosis. La música de blues y de jazz le otorgaron la atmósfera perfecta a este conversatorio de ribetes surrealistas.
Carlos: Tus relatos son argumentos para cuentos, no son propiamente cuentos. Tú le has llamado relatos… Son intertextualidades.
Raúl: Sí, sí, sí. Un poco me he prestado de Kafka.
Carlos: O podría ser que se llamen argumentos para cuentos je, je. Te acuerdas que el escritor Nathaniel Hawthorne… (1).
Raúl: Sí, el norteamericano…
Carlos: Eso lo leí en un libro de Borges y las anécdotas de escritores del mundo. Dice que él era tan buenito que se le ocurrían historias para cuentos que las regalaba. Pero aquí en nuestro medio si comentas un cuento tuyo, te lo roban (risas).
Raúl: Tengo un cuento que se llama Las flaviatas, que está inspirado en la vida de un señor que hace 60 años que hace reuniones musicales en su casa. Era la casa del señor Flavio Machicado. Me llevó Alfonso a esa casa donde podías ver la gente más variopinta. Iba un señor con su hija de 15 años. Desde su abuelo se ha mantenido la tradición de hacer sesiones cada sábado. Y él es el que me dijo que haga un cuento de eso. Contra viento y marea se realizan las sesiones. Por eso se lo dediqué a Alfonso Gumucio (2).
Carlos: Ah… y está aquí en el libro.
Raúl: Sí, está ahí, se llama La velada.
Carlos: Ah, y Benedetti tiene un cuento así. De un músico que ya no puede tocar, pero hace unos gestos…ah, se llama La expresión (3).
Raúl: Ah, no sabía. Pero cambiando de tema, me encantó que los estudiantes me pregunten muchas cosas, como de mi aforismo página en blanco. Querían saber el por qué.
Carlos: Ah, cierto, aquí lo veo en el libro. “Una página en blanco es un enemigo a batir”.
Raúl: Sí, gente que quiere estudiar literatura al salir de colegio.
Carlos: Pero te has inspirado en Cortázar (risas). Pues él tiene un cuento así.
Raúl: No sabía. Es que el Cronopio no me gusta mucho desde que me pateó su novela Rayuela y eso me riñe Alfonso. Me costó mucho.
Carlos: Cómo te atreves a dejarlo a medias, te dice, ja, ja.
Raúl: Es que no entras, parece que fueran puertas que no te dieran paso. Pero, por ejemplo, me gusta Raymond Carver. ¿Lo conoces?
Carlos: Sí.
Raúl: Esos cuentos te dejan quieto. Catedral se llama un libro de él, pero ¡qué cuentos más bárbaros! Qué maravilla.
Carlos: Yo tengo uno de él. Y al principio no lo entendía. Yo decía al leer, ahorita va a pasar algo… y el final va a ser explosivo. Se llama: No son tu marido (4).
Raúl: …No, es que lo que pasa es que él es minimalista.
Carlos: …Pero entonces me di cuenta cómo iba la dinámica del cuento, era algo interno de trabajar el personaje…
Raúl: Sí, son personajes de clase media…
Carlos: El cuento de Carver que te menciono trata de una mesera que trabaja en un restaurante. Un día va su marido a visitarla y un hombre que está en la barra le comenta de las piernas flacas de la chica, sin saber que es su mujer que observa cuando ella va a sacar una cerveza de la cava. Entonces el tipo le hace ir al gimnasio tres meses hasta que otra vez en la barra le pregunta a otro hombre que qué opina de las piernas de su mujer.
Raúl: Sí. Tiene otro que se llama Tres rosas amarillas y trata sobre los últimos días de Chejov. Lo quería a este autor. Describe una habitación de San Petersburgo. No pasa necesariamente algo, pero crea un micro cosmos. Sale en Anagrama.
Carlos: Eso estaba buscando en tus cuentos. De repente me dejaron algunos con sabor a nada, pero ahí me di cuenta que era kafkiano. Como qué pasó con el Médico Rural, o El Mal Menor, le pillé algo…
Raúl: Totalmente kafkiano. Hay un cuento que Kafka es un buitre. Que le viene a comer un buitre y en eso me he inspirado.
Carlos: Eso no sabía, pero sí conozco esos cuentos: El artista del hambre, El artista del trapecio 5, etc.
Raúl: Ah, sí. Esos cuentos me gustaron. El artista del trapecio. De ese saltimbanqui que está en la cuerda, pero luego la gente se cansa de verlo… Ya no es novedad.
Carlos: Me impactó más El artista del hambre…
Raúl: ¿Ese es o no?
Carlos: No. Es del faquir que está en una celda, que deja de comer y quiere que lo vean que no come para que nadie piense que hace trampa.
Raúl: Ah, cierto. Es paradójico. Y de ahí sacan también aforismos llenos de paradojas. Como este: el camino más directo a la torre es éste, pero si das un rodeo llegarás más pronto y tiene otro de una jaula y el pájaro…
Carlos: Ah, sí. Es éste: hay un pájaro buscando su jaula. Y tiene otro: No le temas al canto de las sirenas, témele a su silencio.
Raúl: Sí, tiene un toque surrealista… en su tiempo no pretendía ser eso, pero tal vez lo clasificaban como expresionista en los 30. Puede tener rasgos, pero eso vino posteriormente en los 40. Más fue en pintura. Del existencialismo le sacaron por lo de El proceso. Que es una maravilla.
Carlos: Sí.
Raúl: Además es onírico. Es como un sueño. El cuento de un abogado que intentaba subir una escalera y unos niños lo molestaban. Por eso le título a mi libro Con permiso de Franz. Es para que sepan de donde saco el material.
Carlos: Demasiado sincero. Bueno, pero un crítico te diría: ¿dónde radica tu creatividad? o diría que estás plagiando, pero en realidad lo estás parafraseando…
Raúl: Eso. Pero los finales son míos (risas) y hay dos relatos que no tienen nada de kafkiano, pero sí en las características de los personajes. Habitación 21, por ejemplo, que es un homenaje al cine negro francés de los años 40, el mismo director de Las Diabólicas, Henry Georges Clouzot (6).
Carlos: Cuando hablas de habitaciones me suena a la película El Resplandor, de Stanley kubrik, pues ahí juegan un papel importante las habitaciones con sus números…
Raúl: Impresionante…
Carlos: Sí, claro esa escena de la mujer muerta y la referencia del hotel…
Raúl: No, no. Esa película no, más bien me inspiré en la película El asesino vive en la habitación 21. Es un homenaje al cine negro. Y es el mismo director de la película El salario del miedo… (7).
Carlos: El salario del miedo, ¡noooo te creo! ¿No es acerca de un camión que pasa por un puente colgante?…
Raúl: Y las diabólicas. Vela y te va a dejar frito.
Carlos: Esa película siempre la busqué y la vi de niño. ¿Él es el director? ¡No te creo! Y bueno, mis papás no eran ilustrados en cine así que nunca me hablaron de ella.
Raúl: Son geniales.
Carlos: Estas charlas de cine son las que necesito. Cine del pasado. No encuentro con quién charlar de cine del pasado. Y buscaba en YouTube o en Google y no encontraba.
Raúl: Y verdad, la tecnología la has recuperado gracias al video. Gracias a ediciones remasterizadas. Yo también la vi de chango.
Carlos: Qué bueno. Eso es lo que necesito. Unas charlas de cine de antaño. Solo he tenido estas conversaciones con Tonchy Antezana. Un atardecer volviendo de Potosí en taxi, en un cielito lindo, hablamos del género spagueti westem. Fueron tres horas de actores y directores, por ejemplo, Clint Eastwood, Jhon Wayne…
Raúl: Yo no era muy aficionado a ese género… pero hay grandes películas del género, como es lógico.
1.- Escritor norteamericano.
2.- Alfonso Gumucio Dagron es un especialista en comunicación, cineasta y escritor boliviano.
3.- La expresión. Cuento que apareció en el libro de cuentos La muerte y otras sorpresas. Benedetti, Mario. Editorial Sudamericana. Buenos Aires.
4.- Cuento que aparece en el libro Vidas cruzadas. Carver, Raymond. Editorial Anagrama.
5.- Cuentos de Franz Kafka.
6.- Director de cine francés. Autor de El salario del miedo, de 1953.
7.- Carga Maldita (Salario del miedo). Director William Friedkin. Es un remake norteamericano basado en la novela homónima de George Amaud, 1977.