Además, el presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, Luis Oporto, dio a conocer los proyectos que prepara la institución para el Bicentenario del país.
La Paz, 06 de mayo de 2024 (AEP). – El presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), Luis Oporto, dio a conocer que esta entidad adquirirá 152 obras del muralista nacional Miguel Alandia Pantoja. Esta es solo una de las principales actividades que llevará a cabo la entidad durante este año, ya que prepara importantes inversiones que serán parte del patrimonio cultural y arquitectónico del país. Oporto dio a conocer todos los detalles, durante una entrevista exclusiva para Ahora El Pueblo.
¿Cuáles son las principales líneas de acción que tiene la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia actualmente?
—Como institución estatal, tenemos competencias muy marcadas que están en la Ley de Creación de la Fundación y están también en nuestro estatuto. Y, esencialmente, estas competencias nos plantean el gran desafío de conservar y resguardar el patrimonio que está bajo nuestra custodia.
Y ahí tenemos también el otro componente, que es el patrimonio arquitectónico que está bajo nuestra responsabilidad. La Casa Nacional de Moneda, en Potosí; la Casa de la Libertad, en Sucre; el Museo Nacional de Arte, en La Paz; y el Museo Nacional de Etnografía y Folklore están establecidos en casas coloniales.
Entonces también tenemos la obligación de preservar ese patrimonio arquitectónico que a veces no suele distinguirse a primera vista, pero es fundamental. Estamos hablando de casas que se han construido en los siglos XVII, XVIII y conservarlas es, sin duda alguna, un permanente desafío, porque están sujetas al deterioro por los agentes físicos y por el desgaste del tiempo.
Tanto las casas como las colecciones que son parte de los repositorios administrados por la Fundación podemos decir que se constituyen en lo más importante y representativo del patrimonio cultural boliviano.
Entonces, ese es el otro objetivo que tenemos, el de preservar y —tenemos aquí otro componente— el de difundir este patrimonio, el de ampliar el acceso de la población a él, haciendo que conozca tanto en el país como en el exterior.
—¿Qué bienes culturales pasarán a ser custodiados por la FC-BCB esta gestión?
—El patrimonio va enriqueciéndose permanentemente con donaciones y adquisiciones. Por ejemplo, en 2023 se transfirió a la Fundación una colección mineralógica singular, propiedad de Carlos Garrett. Otro ejemplo importante es el archivo y biblioteca de Jaime Mendoza, gran pionero de los estudios de geopolítica en el país, prácticamente el fundador de la geopolítica en Bolivia.
Y, sin duda, un gran triunfo para los bolivianos es que estamos culminando un proceso de larga data para adquirir 152 obras en caballete de Miguel Alandia Pantoja. Estamos muy emocionados, porque iniciamos los primeros contactos para conseguir estas obras —que se han conservado en propiedad de la familia Pantoja— en 2021, y no es tarea fácil para una institución estatal culminar con éxito una gestión de este tipo.
Hemos logrado incorporar al patrimonio cultura boliviano parte de la propuesta menos conocida de Alandia Pantoja, que son sus obras en caballete y que ahora serán parte de la colección del Museo Nacional de Arte (MNA), que será el encargado de poner todo esto a disposición de la población, con una curaduría del más alto nivel.
—Además de esta reciente incorporación, ¿en qué otros proyectos está la Fundación centrando sus esfuerzos, teniendo en cuenta que en 2025 el país celebrará su Bicentenario?
—Tenemos planificado invertir en la construcción de edificios muy importantes. Uno de ellos es el nuevo edificio para el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), un segundo edificio. El primero data de 2002 y ya ha colapsado en su capacidad de almacenaje, ya que por ley la ABNB debe de coger la documentación inactiva, con antigüedad superior a 35 años, de todas las instituciones nacionales, lo que es una tarea monumental; el Banco Central de Bolivia ha comprendido la importancia de este proyecto y lo ha financiado.
Empezamos obras el año pasado y estamos muy contentos porque el 15 de mayo se va a vaciar la primera losa de este monumental edificio, en el cual invertiremos este año 42 millones de bolivianos. Vamos a entregar la obra, concluida y equipada, el 6 de agosto de 2025, como un regalo para el país.
Este proyecto ha generado mucha expectativa en la población de Sucre —porque será un polo de crecimiento económico para los vecinos— pero también en nuestros colegas latinoamericanos, de los archivos nacionales de América Latina y el Caribe, quienes están sorprendidos positivamente de que Bolivia está invirtiendo en un edificio monumental para preservar su memoria histórica.
El otro edificio, que no deja de ser importante, tiene un significado singular. La valerosa y combativa ciudad de El Alto contará con un centro cultural del más alto nivel, en el que funcionará el Centro de la Revolución Cultural (CRC).
La población alteña está muy satisfecha de tener un edificio de esta naturaleza. Está inspirado en las ruinas de Puma Punku, entonces es un edificio con ‘ajayu’ propio, con identidad. En este momento está ya en pleno desarrollo y para este año se ha dotado de un presupuesto de 8.191.000 bolivianos. Se entregará también en 2025 y es el segundo regalo a Bolivia por su Bicentenario.
El CRC va a tener una dinámica innovadora para el país. Estará dotado de salas para talleres que serán utilizadas por colectivos artísticos, mediante una convocatoria con la modalidad de comodato. El Alto carece de espacios, así que vamos a entregarles estas salas por cuatro meses, para que los creadores puedan llevar a cabo sus propuestas y que tengan un producto que mostrar a la sociedad.
Esperemos que otras fundaciones y espacios se apropien de esta iniciativa para que se pueda fomentar la creación artística. Allí también habrá dos salas enormes de exhibición, para que ya los artistas que tienen obra desarrollada puedan exponer, y se va a instalar una moderna biblioteca y archivo culturales.