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La Paz del siglo XIX a través de artistas y fotógrafos franceses

Viajeros, diplomáticos, científicos y artistas franceses retrataron a Chuquiago Marka y sus alrededores con una visión singular que hoy forma parte del valioso archivo visual de la ciudad.

En el siglo XIX y principios del siglo XX, en la ciudad de La Paz y poblaciones cercanas a ellas fueron retratadas por diversos artistas, viajeros y fotógrafos franceses, quienes plasmaron su imagen mediante grabados, dibujos y, más adelante, en fotografías.

En este marco, uno de los primeros fue Alcide d’Orbigny, quien en su obra monumental Voyages dans l’Amérique méridionale (1835–1847) representó Tiwanaku y otras poblaciones colindantes como Palca, Chulumani y el lago Titicaca, y añadió una detallada descripción de la ciudad.

Posteriormente, el diplomático Léonce Marie Angrand, entre 1848 y 1849, elaboró magníficos dibujos y esbozos del sitio arqueológico de Tiwanaku y vestimentas folklóricas. Otro personaje que representó a sus habitantes fue el diplomático conde Charles d’Ursel, en su obra Sud-Amérique séjours et voyages au Brésil, a La Plata, au Chili, en Bolivie et au Pérou (1879), entre otros.

Calle Mercado 1911jpegCalle Mercado, 1911

En este punto, conviene destacara André Bresson, quien incluyó una litografía detalladade la plaza central de La Paz en su obra Bolivia: Sept années d’explorations, de voyages et de séjours dans l’Amérique Australe (1886). También merece mención el diplomático Charles Wiener, quien representó Tiwanaku en litografías publicadas en su libro Pérou et Bolivie (1880).

Por otro lado, el pintor y músico Amédée Gras, también conocido como Amadeo, recorrió Bolivia y dirigió la Academia de Pintura de Chuquisaca en 1835. Retrató al mariscal Andrés de Santa Cruz y, según el investigador Daniel Buck, en 1849 vendió una cámara de daguerrotipia al fotógrafo chuquisaqueño Rosquellas.

Tiwanaku por Léonce Marie AngrandpngTiwanaku, por Léonce Marie Angrand

Es importante mencionar también a Carlos Leclere, quien, en abril de 1858, junto a Andrés Ledesma, estableció en la ciudad de La Paz una sociedad dedicada a trabajar retratos mediante el uso de máquinas fotográficas y de daguerrotipo. Más adelante, los célebres hermanos franceses Courret, pioneros del retrato y del registro fotográfico en Sudamérica, incluyeron dos fotografías de la ciudad de La Paz en su álbum de dos volúmenes titulado Recuerdos del Perú (1868).

Más adelante, en 1888, por encargo del Ministro de Instrucción Pública, Culto y Bellas Artes de Francia, el ingeniero Jean Marc Bel desarrolló una expedición por el norte de Bolivia. En el marco de este recorrido, captó una fotografía significativa del frontis de la iglesia de Loreto, ubicada en la entonces Plaza Mayor de La Paz (después Plaza de Armas y hoy plaza Murillo).

La ciudad de La Paz a inicios del siglo XX por Alfredo DereimsjpegLa ciudad de La Paz a inicios del siglo XX, por Alfredo Dereims

Posteriormente, a inicios del siglo XX, Armando Brachet instaló un estudio fotográfico en el centro de la ciudad y se dedicó a la internación de ‘tarjetas postales’, según consta en una resolución del 6 de enero de 1905. Lamentablemente falleció en septiembre de 1906.

Por su parte, Enrique Guinault —hijo del botánico francés Eugenio Guinault— montó junto a Fausto Sintich, ambos colaboradores gráficos del naciente periódico El Diario, el primer taller de fotograbado en julio de 1904.

Paralelamente, el geólogo Alfredo Dereims, miembro de la Misión Topográfica contratada por Hachette y Compañía de París, levantó detallados registros de suelos en Oruro, Ayo Ayo, Copacabana, Corocoro y Mocomoco, entre otras localidades. Como resultado de sus observaciones, publicó el folleto intitulado Le Haut Plateau de Bolivie (El altiplano de Bolivia) en 1907, que contiene información pormenorizada y vistas de las ciudades de La Paz y Corocoro.

La ciudad de La Paz 1911jpegLa ciudad de La Paz, 1911

A continuación, Arthur Chervin, miembro de la misión científica dirigida por G. de Créqui Montfort y E. Sénéchal de la Grange, publicó en 1908 la obra Anthropologie bolivienne, en la que recopiló significativas fotografías de habitantes originarios del altiplano. 

Tiempo después, llegó a Bolivia Paul Walle, enviado por el Ministerio de Comercio de Francia, recorrió el país hasta 1912. Como resultado de su travesía publicó en 1914 el libro La Bolivie et ses mines, que contiene magníficas fotografías de la urbe paceña.

A modo de conclusión, los grabados y fotografías citados en este texto, constituyen un legado significativo que actualmente es parte del patrimonio gráfico e histórico de la ciudad de La Paz.  

Por: José E. Pradel B. 


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