El evento fue organizado por la Embajada del Perú en Bolivia, con el apoyo del Museo Nacional de Etnografía y Folklore.
La cultura y maestría artística de una de las culturas de la amazonia peruana se presenta en la muestra que lleva el nombre de esta comunidad Shipibo Konibo. Retratos de mi sangre. La exposición cuenta con tres murales en tela, que juntos miden más de 20 metros de largo. La muestra puede visitarse hasta el 9 de agosto, todos los días de la semana.
La inauguración contó con la presencia de los artistas peruanos Ronin Koshi y Delia Pizarro, quienes son parte de la cultura Shipibo Konibo. El evento fue organizado por la Embajada del Perú en Bolivia, con el apoyo del Museo Nacional de Etnografía y Folklore.
“El arte kené es comprender la música, las energías, la salud y todo lo que implica la integración de diferentes áreas fundamentales de la vida. Por otro lado, estamos muy orgullosos de recibir a semejantes artistas que son parte de bienales en otros países”, aseveró la directora del Musef, Elvira Espejo.
Las composiciones geométricas han sido parte fundamental del proceso de construcción del arte Shipibo desde la época prehispánica. Este aspecto es crucial para entender la profundidad y la riqueza de sus expresiones artísticas.
Ronin Koshi, uno de los artistas Shipibo, compartió su visión sobre su arte: “Parte del conocimiento que poseo es heredado de mi madre, que le heredaron sus ancestros. La geometría es un arte heredado de las plantas de la ayahuasca”. Este profundo vínculo con sus raíces culturales se reflejó en cada una de las piezas presentadas en la exposición.
Delia Pizarro, también artista Shipibo, expresó su gratitud: “Estoy muy emocionada y agradecida porque mi arte pueda exponerse en este importante museo”. Sus obras, junto con las de Ronin Koshi, capturaron la atención y admiración del público, logrando una conexión única con la esencia de la cultura Shipibo Konibo.
El señor Carlos Montoya, encargado de Negocios interino del Perú en Bolivia, destacó la importancia de la colaboración cultural entre ambos países: “La Embajada del Perú se enorgullece en presentar esta importante muestra de fotografías y tres murales telares de la cultura Shipibo Konibo”.
La exposición Shipibo Konibo. Retratos de mi sangre no solo fue una celebración del arte y la cultura amazónica, sino también un testimonio del poder del intercambio cultural y la importancia de preservar y promover las tradiciones ancestrales. Los asistentes se llevaron consigo no solo hermosas piezas de artesanía, sino también un mayor entendimiento y aprecio por la riqueza cultural de la comunidad Shipibo Konibo.
El pueblo Shipibo Konibo, que en su momento habitó territorios en Bolivia, se vio obligado a migrar al Perú debido a la explotación de la goma y genocidios sumados a otros factores históricos. Esta migración ha dejado una huella indeleble en su historia y cultura, la cual se ve reflejada en su arte contemporáneo.
La Paz/AEP