La adaptación de la obra, que explora los conflictos entre el Marqués de Sade y Jean-Paul Marat, refleja la visión crítica del actor y director de teatro Guido Arze Mantilla, con más de 57 años de trayectoria artística sobre los problemas actuales en Bolivia y el mundo.
Montar la obra sobre Jean Paul Marat fue un sueño acariciado por varios años, sobre todo para el director y fundador de Pequeño Teatro, Guido Arze Mantilla. Este 2024, esa quimera cobró vida luego de un arduo trabajo de varios meses junto al elenco integrado por Verónica Armaza, Gilbert Sanabria, Isabel del Granado, Eneida Poma, Ximena Rodas, Jackeline Rojas, Vero Valle, Lourdes Callisaya y Franz Pando.
El estreno de la obra tuvo lugar en el teatro municipal Alberto Saavedra Pérez, con lo cual se dio por finalizado el Kimsa tunka payani Enkuentro de Teatro y Dramaturgia (32), encuentro que, a su vez, contó con la participación de diversos elencos provenientes de varios rincones del país y que se congregan en La Paz durante el mes de julio.
De acuerdo con la explicación de la actriz y dramaturga Verónica Armaza, el reto de llevar a escena Marat-Sade surgió en 1974, en una reunión en París, Francia, entre los directores de teatro Guido Arze y Peter Brook; en la ocasión, según Armaza, el desafío fue aceptado por Arze. La Persecución y asesinato de Jean - Paul Marat es una obra del autor Peter Weiss, que refiere al enfrentamiento entre el archiindividualista, genio, loco y escritor, el Márquez de Sade, con el socialista revolucionario Marat, una de las obras más apasionantes y complejas que fue llevada al teatro y al cine.
Arze asume el desafío y trabaja por varios años en una versión que pueda ser vista y apreciada en Bolivia, además que le permita a él, como apasionado por el teatro, la dirección y las letras, cumplir con Brook, uno de los directores más influyentes del teatro contemporáneo.
Es así que el Pequeño Teatro puso en escena la obra Persecución y asesinato de Jean - Paul Marat, actuada por los ‘Locos’ del Pequeño Teatro de la Casa de Salud de Chuquiago Marka y dirigida por ‘Guipi Arman’, Guido Arze.
Si bien la puesta en escena de Marat-Sade conllevó a la personificación estricta de cada uno de los personajes que integran la obra, fue difícil no sentir y expresar ciertas similitudes o paralelismos con la realidad actual en Bolivia, con los conflictos económicos, políticos y sociales y con el fuerte individualismo que reina en el mundo entero, en el que cada día importa menos el trabajo en equipo o la importancia del pueblo, sino que se priorizan las conveniencias individuales, la indiferencia y la violencia que parece agigantarse más. En ese contexto de cosas, la escenificación de Marat-Sade es una invitación a mirar el mundo y los supuestos cambios con otros ojos.
Se pueden tocar distintas aristas a la hora de narrar sobre la obra Marat-Sade, entre las muchas que la puesta en escena es un “teatro dentro del teatro”, una de las características del Pequeño Teatro, elenco, movimiento artístico cultural, con 33 años de vida, el cual se caracteriza por presentar propuestas irreverentes, vanguardistas y posmodernistas; que ya cuenta con más de 100 obras puestas en escena, que han revolucionado el quehacer teatral llevando lo imaginario a lo real y lo real a lo imaginario.
Las puestas en escena del director Guido Arze son únicas y llevan un sello que lo caracteriza, y quien desee conocerlo puede revisar el registro de ese trabajo nutrido con más de 57 años de trayectoria artística en el teatro y la música.
Una experiencia y un conocimiento forjado que podría ser una herramienta de estudio para más de un investigador sobre las artes y los lenguajes culturales y artísticos en el país.
AEP/Crónicas/Jackeline Rojas Heredia
